Cospedal gana la batalla del PP andaluz
martes 04 de febrero de 2014, 14:01h
Con la constancia de sus años de opositora a abogada del estado, la
secretaria general del Partido Popular ha conseguido imponer su criterio
en el seno de su formación en Andalucía. No le ha sido fácil a María
Dolores Cospedal vencer a un " enemigo" interno tan poderoso, tan
curtido en las luchas políticas de toda índole y tan apoyado en su feudo
andaluz por muchos de los que le deben mucho como Javier Arenas. El que
fuera vicepresidente del gobierno con José María Aznar, ministro de
Trabajo y secretario general del partido gano las elecciones andaluzas
de 2012 al socialista José Antonio Griñan, algo que ocurría por primera
en 30 años, pero con el 40% de los votos no consiguió!la mayoría
absoluta. Le faltaron cinco escaños y ese número de diputados es lo que
hizo posible que el PSOE mas Izquierda Unida estén gobernando en estos
momentos en el territorio más importante para cualquier partido de
ámbito nacional.
Era la cuarta vez que intentaba llegar al gobierno autonómico y al no
conseguirlo, Arenas, un democristiano curtido a la sombra de Óscar
Alzaga en la primera mitad de los años 80 del pasado siglo, dio un paso
atrás en Sevilla y quiso volver a la Secretaria general o al gobierno de
Mariano Rajoy, dejando - creía él - sus espaldas políticas bien
cubiertas con el actual alcalde de la ciudad andaluza, Juan Ignacio
Zoido, pero éste se resistió a ser un simple hilo conductor de las
voluntades del yerno de Manuel Olivencia, y buscó independencia y cobijo
en la número dos del partido, que se lo proporcionó al cien por cien.
Comenzó una pelea, batalla, guerra interna en el PP que de Andalucía se
trasladó a Madrid, a la sede central del partido, coincidiendo con
nuevos avances por parte de la judicatura y la policía en dos de los
temas que más han afectado y afectan a las huestes populares, el caso "
Gurtel" y el caso Bárcenas", dos escándalos que hunden sus raíces en el
pasado del PP más que en el presente. Por sí no le bastará con sus
enfrentamientos con Javier Arenas, a Dolores de Cospedal se la colocó
frente a frente con la otra mujer en la que se apoya Mariano Rajoy en
todo lo que afecta al gobierno, la vicepresidenta Soraya Saenz de
Santamaría.
No es de extrañar que siguiendo el viejo y sabio aforismo de que los
enemigos de mis enemigos son mis amigos, los intereses dentro del PP de
los que aspiran a participar en el futuro de la organización confluyeran
de forma tal vez inesperada. Por un lado estaba la poderosa
vicepresidenta y su legión de abogados del estado estratégicamente
situados en puestos relevantes de la Administración; por otro lado
estaba el ex-vicepresidente Arenas y sus deseos de no perder influencia y
poder en el entorno del presidente, al que había ayudado y mucho en el
Congreso de Valencia, y por ultimo, para que faltará su nombre a ninguna
" salsa" interna, José María Aznar, el presidente de honor del partido,
que no se resignaba desde Faes a tener su cuota de poder interno,
compatible con sus numerosos y bien pagados viajes por todo el mundo.
El presidente del PP andaluz, Juan Ignacio Zoido no es hombre de grandes
batallas y desde el principio se vio a sí mismo como una figura de
transición. Deseaba dejar el cargo a otro compañero pero las maniobras
de Arenas y los suyos, en Sevilla y en Madrid, han ido demorando la
necesaria convocatoria de un Congreso extraordinario, la cita de la que
saldrá el nuevo líder de los populares andaluces y la persona que se
medirá en las urnas con la actual presidenta de la Junta, la muy
mediática Susana Díaz.
Sobre el tablero, y desde hace meses los nombres que se barajan para
sustituir en la presidencia del partido al alcalde de Sevilla eran
cinco, aunque los dos ministros, Fátima Bañez y Arias Cañete, se
desmarcaron de esa pelea desde el principio, dejando al trío restante en
sus opciones a intentar una victoria en Andalucía y esta vez por
mayoría absoluta, algo que parece casi imposible en este inicio de 2014.
El secretario general del PP andaluz y alcalde de Tomares, José Luis
Sanz, era y es el candidato de Cospedal y el que aparece ya en las
quinielas como posible ganador, toda vez que su rival más inmediato, el
alcalde de Córdoba! José Antonio Nieto, se ha descartado, y el
secretario de Estado para Asuntos Sociales, Juan Manuel Moreno, no
cuenta con los apoyos internos que le permitirían plantar cara a Sanz en
el futuro Congreso extraordinario, pese al posicionamiento inicial de
los presidentes provinciales de Cádiz, Antonio Sanz, y Málaga, Elías
Bendodo, e incluso del visto bueno de la vicepresidenta Santamaria.
Tras la Convención de Valladolid - todo un éxito de Cospedal y los suyos
- y las llamadas a la unidad por parte de Mariano Rajoy, el PP
intentara mantener esa imagen en Andalucía, por lo que es casi seguro
que el control de la secretaria general le permitirá a la también
presidenta de Castilla la Mancha sacar adelante su propuesta de
sucesión. Lo que vendrá después es una tarea más complicada: conseguir
55 escaños de los 109 que conforman el Parlamento andaluz, salvo que
entren nuevas fuerzas políticas y los actuales equilibrios se rompan y
la mayoría de 59 escaños que suman PSOE e IU deje de controlar el poder.