Yo sé que las cosas no andan demasiado bien en el PSOE y que les está
costando Dios y milagros encontrar algún mirlo (o mirla) blanco que se
haga cargo del partido antes de que
Rajoy les coja con el pie cambiado y les convoque unas elecciones anticipadas. Ni
Patxi López, ni
Eduardo Madina, ni
Carmen Chacón concitan
oleadas de voluntades. Aquí la única que parece aunar apoyos y
admiraciones, por más que nos extrañe a algunos, es la sin par
Susana Díaz,
y ésta no parece dispuesta a acudir a las primarias y quemarse antes de
tiempo en unas elecciones generales en las que se sabe perdedora. De
ahí que estén vendiendo lo de las próximas primarias como ejercicio de
democracia interna sin precedentes en el mundo mundial. Y es que en
estos momentos nadie quiere hacerse cargo de un partido que, por mas
movilizaciones que convoquen y por más mítines que reúnan, sigue sin
levantar cabeza en las encuestas. Su secretario general, el pobre de
Pérez Rubalcaba,
bastante tiene con mantener el tipo como jefe de la oposición sabiendo,
como sabe, que tiene sus días contados. Con estos mimbres no me extraña
que
Mariano Rajoy quiera centrar su discurso en los asuntos
económicos y haga girar la Convención Nacional de Valladolid de este fin
de semana en torno a la salida de la crisis, la futura bajada de
impuestos y la unidad de partido frente al desplante de
Aznar y
Mayor Oreja.
Rajoy sabe que ahí está la clave para volver a ganar las elecciones. Y
sería de auténticos gilipollas que todo el esfuerzo hecho por los
españoles tras los recortes de estos últimos años volviera a dilapidarse
en un par de años con la vuelta al poder de los socialistas
Porque la gente se puede cabrear más o menos con la reforma educativa de
Wert, con la nueva ley del aborto de
Gallardón,
con el copago sanitario, con el desamparo de las víctimas del
terrorismo, con la pasividad ante el reto independentista catalán o con
las chorizadas del Caso
Bárcenas, puede lanzarse a la calle y
protestar, pero lo que no se nos olvida a nadie son los cinco años que
llevamos apretándonos el cinturón gracias al despilfarro y a la falta de
visión política del compañero
Rodríguez Zapatero, un visionario
iluso que nos metió en un lío que vamos a estar pagándolo varias
generaciones de españoles. Si como anuncian los expertos, se confirma la
recuperación económica para el próximo año, de poco le va a valer al
PSOE colocar como candidato o candidata al mejor de sus líderes
regionales. La experiencia es la madre de la ciencia y ésta nos dice que
cada vez que los socialistas llegan al poder y están más de cuatro años
en el mismo, nos llevan a la ruína más absoluta. Y no están las cosas
como para volver confiarle nuestro destino a otro u otra iluminada que
le dé al "replay" zapateril con nuevos planes E de arreglo de parques y
jardines, de aceras y de vías pecuarias que nos salen por un ojo de la
cara
Lo digo con conocimiento de causa. Aquí, al sur del sur, en
Andalucía, llevamos la friolera de cuarenta años respaldando con
nuestros votos al PSOE. Y llevamos esos mismos años siendo los líderes
del paro, de la pobreza, de la pésima educación y de la corrupción
política. Ahí es nada. Como para sentirse orgullosos. Por más que me
traten de vender ahora a la presidenta de la Junta como la gran
esperanza de la izquierda, yo sigo viendo a
Susana Díaz como la vicepresidenta del último Ejecutivo de
Pepe Griñán y entonces vicesecretaria general del PSOE andaluz, que debía de conocer al dedillo los manejos que se traía
Viera,
Fernández y
compañía con los "fondos reservados" de los EREs fraudulentos. Y si no
lo sabía, peor, porque entonces es que era tonta. Item más, como
presidenta de la Junta, Susana reitera que va a combatir la corrupción
pero le ha seguido dando dinero a esa UGT que falsificaba facturas y se
gastaba los fondos públicos en comilonas y ferias. ¿En qué quedamos? Así
las cosas, lo mejor que puede hacer es seguir con su campaña
internacional "for president" entrevistándose con
Durao Barroso y
Arturo Mas. Así nos deja tranquilos a sus súbditos. Como tranquilos se van a quedar algunos ahora que la juez
Mercedes Alaya se
va quince días de vacaciones a celebrar en Estados Unidos su "reboda",
Todos necesitamos un respiro, una a Barcelona y otra a Nueva York. Las
dos grandes estrellas andaluzas nos dejan unos días huérfanos, ¿Qué sera
de nosotros?
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