Hay pánico en Europa, pánico en la Comisión Europea, pánico
en el 'Europarlamento' a que las elecciones europeas que se celebrarán entre el
20 y el 25 de mayo consagran una amplísima presencia parlamentaria de los
movimientos 'eurófagos', 'euroexcéctpicos' o simplemente de extrema derecha que
puedan complicar, si no dar al traste, con el proyecto europeo. Ese pánico lo
ha dejado traslucir en Madrid el presidente de la Comisión Europea, el portugués
José Manuel Durao Barroso, que ha lanzado un mensaje claro a los electores españoles
y europeos: "Europa no tiene la culpa de la crisis; Europa es la solución".
Tras recibir este jueves el Premio Europeo Carlos V otorgado
por la Fundación Academia Europea de Yuste, en el Real Monasterio homónimo, el
presidente de la Comisión Europea,
José Manuel Durao Barroso, fue recibido este
viernes por el
Rey Don Juan Carlos en el Palacio de la Zarzuela y mantuvo en el
de la Moncloa un encuentro de trabajo con
Mariano Rajoy y sus ministros de
Economía,
Luis de Guindos; Asuntos Exteriores,
García-Margallo; Hacienda,
Cristóbal Montoro, y Empleo,
Fátima Báñez.
Luego, tras el almuerzo, rueda de
prensa conjunta con el presidente del Gobierno español, en la que el portugués
no dejó de expresar su temor por el auge de los 'eurófagos', aquellos que quieren
fagocitar la Unión Europea y acabar con el proyecto común.
Ése es un peligro que se al parecer contemplan con seria
preocupación los dirigentes europeos, que se enfrentan ahora en mayo -entre el
20 y el 25, según países- a unas elecciones al Parlamento Europeo que pueden
ser cruciales para el futuro de Europa. La crisis ha golpeado muy fuertemente a
las gentes europeas, y los gobiernos han reaccionado, como significativamente
el español, con medidas antisociales que han acabado por reblandecer el
espíritu netamente europeísta que se vivía hace unos años y han hecho aflorar
movimientos centrífugos que en nada beneficiarían a nadie.
Y ese temor, más bien pánico, es el que ha aflorado en la
intervención
que, codo a codo con Rajoy, ha desgranado Durado Barroso desde el atril de
comparecencias de prensa de la Moncloa: "Europa ha podido traer consigo una
cierta dosis de desencanto. Pero Europa no es responsable de esta crisis", ha
dicho Barroso sin ser preguntado al respecto, para añadir que "no sería bueno
que ahora Europa se convirtiera en víctima de la crisis" si los electores europeos
dieran su confianza a los 'populistas' que quieren acabar con la Unión.
En ese sentido, el mensaje de Durao Barroso ha sido
clarísimo: ahora hay elecciones y España tiene que elegir 54 eurodiputados, lo
que la convierte en una fuerza muy importante en Europa y con peso en Bruselas
y Estrasburgo, y "es muy importante que se entienda que la política europea es
una política interior... Europa somos todos. Europa no es el problema. Europa
es la solución".
Esas disquisiciones de Durao Barroso en Madrid las hizo el
aún jefe de la Comisión Europea (cesará después de mayo en su mandato) después
de que el propio Mariano Rajoy dijera, también sin que nadie le preguntara, que
"2014 será un año determinante para Europa en su conjunto", por la renovación
no sólo del Europarlamento, sino también de la Comisión Europea y de todos sus
cargos, así como de la Presidencia del Consejo. Y en ese sentido dijo Rajoy que
"debemos evitar que los populismos, los eurófagos y otros" destruyan, si obtienen
una amplia representación parlamentaria, la recuperación que tanto está
costando a los países de la Unión.
El temor a unos resultados electores adversos es, pues,
evidente, y parece que Rajoy se va a traer a Madrid a cuantos puedan ayudarle a
frenar a otras opciones, como
la recientemente aparecida VOX, que cuenta con
los desilusionados del PP.