Este ERE, según informado la Fundación en un comunicado, se plantea con el fin de adecuar los costes de personal y la organización del trabajo a la situación actual de la Fundación, con el objetivo de garantizar la estabilidad presente y futura de la misma y procurar el mantenimiento de la práctica totalidad de los puestos de trabajo.
La Fundación ha convocado a los representantes de su plantilla para abordar una regulación ordenada de las medidas que se entienden necesarias, "dentro de un clima de dialogo y consulta para procurar alcanzar un acuerdo".
La Fundación Caja Castilla La Mancha considera que este ERE es necesario para la normalización organizativa y económica de la entidad, que se inició el pasado mes de abril con la toma de posesión de los nuevos patronos, ante la dimisión en bloque de los anteriores.