viernes 17 de enero de 2014, 08:44h
Hace unos días y con motivo de una
visita mía a Madrid, tuve la oportunidad
de conversar con diversas personas, todas ellas interesadas en la política, y
con gran sorpresa comprobé el desconocimiento que se tiene de la
realidad catalana. Se confía en la pasividad de Rajoy de que "no habrá referéndum"
sin dar argumentos ni bases ideológicas para contrarrestar la realidad que vive
el Principado. Me encontré con un provincialismo diabólico, ya que los
argumentos-respuesta pasaban desde el desprecio, a la invocación de "la
Brunete" o anular la autonomía. El divorcio existente ha recibido consejos de
importantes financieros catalanes pidiendo consenso pero sin matizar las líneas,
ni las reglas de un juego que ya está en marcha.
También debo decir, que en Catalunya existe una gran ignorancia
sobre el fondo de lo que se pide y sus consecuencias: no se sabe el alcance de
la independencia, sus costes, sus limitaciones, sus servicios y compromisos
etc....pero se tiene fe en ella. Por ello,
nos encontramos que es difícil dialogar con argumentos ya que el
racionalismo se enfrenta a los sentimientos y actos de fe y por este camino el resultado es impredecible.
En los últimos días se intenta, por
parte de algunos círculos de reflexión, evaluar dos posibles vías de consenso
que serían:
1.
Que
negociando con Madrid, se realice la consulta de acuerdo con la ley. Que el
resultado no sea vinculante, pero que sirva de barómetro de la situación.
2.
Que
ambos gobiernos, Madrid y Barcelona, lleguen a un nuevo pacto autonómico y
fiscal. Se transfieran nuevas competencias y con ello, no se tenga que reformar la Constitución.
En cuanto al punto
1, debo decir que no creo que Madrid acepte ningún tipo de consulta y que por
otra parte Barcelona nunca aceptaría un referéndum que no tuviese
consecuencias. Si el resultado les fuese favorable, harían una lectura política
y el clamor ciudadano de su triunfo lo enarbolarían
con actuaciones imprevisibles.
En cuanto al punto
2, yo creo que ya ha pasado el tiempo. En un artículo mío, publicado en "Diariocrítico"
el 24.10.12, titulado "Serenar Catalunya", ya indiqué esa posibilidad señalando áreas de
actuación. En aquel momento aún era posible, ahora la situación ha desbordado
a los partidos, que han sido arrastrados por el tsunami ciudadano, y esas cotas de acuerdo ya
no se aceptan
No quiero pecar
de pesimismo y no tengo la varita mágica, pero creo que es necesario por parte
de Madrid tomar la iniciativa y avanzar, sin enrocarse para explicar y
explicarse. Si ha habido cerebros capaces de "vender Rajoy" en USA ¿no son
capaces de abrir canales de comunicación y consenso?
No me hagan
creer en aquella frase de Churchill que
decía "En ocasiones la gente tropieza con la verdad, pero casi siempre se
repone y reanuda la marcha".