Si la palabra de moda hace tres años fue 'alcorconazo', ahora es turno del 'racingazo', todavía con mayores méritos. ¿Milagro? Puede verse así. Pero también valores tan poco habituales en el mundo del fútbol como esfuerzo, pundonor, solidaridad, amor a la camiseta y similares. Así se explica la doble hazaña del 'matagigantes' Racing, que ya está en cuartos de final de la Copa del Rey tras su última hazaña:
eliminar al Almería derrotándole y humillándole en su terreno (0-2), como ya hizo hace un mes con otro millonario de Primera, el Sevilla.
Ya con eso bastaría para que el equipo santanderino fuera el centro de lo que se dice y se comenta, y no sólo a nivel deportivo, sino que su ejemplo valdría para metas más altas. Pero el mérito de jugadores y equipo técnico, que encabeza el entrenador
Francisco Fernández, es mayor, mucho mayor.
Porque, envuelto el club en los vaivenes de una pésima gestión, desde hace años de sus directivos y presidentes -del nefasto y embaucador
Dimitri Piterman al actual
Ángel Lavín pasando por
Francisco Pernía-, la plantilla lleva varios meses sin cobrar, lo que en absoluto se nota a estos excelentes profesionales, que se dejan todo lo que sea menester en el campo.
Pero el mérito aún se agranda si se tiene en cuenta que el desplazamiento a Almería, casi mil kilómetros, no lo hicieron,por falta de dinero y como sería lo lógico en avión, sino en autobús durante casi doce horas y llegando a la capital andaluza poco antes del inicio del partido. Lo que no les impidió ridiculizar a los superprofesionales y bien pagados -como todos los de Primera- futbolistas de los rivales, cual ya habían realizado con los aún más millonarios del Sevilla.
Y el regreso, eufórico, también durante toda la madrugada de este miércoles para llegar a la capital de Cantabria y preparar el partido del domingo en su grupo de Segunda B, que por cierto lideran. De modo que si, forofismos aparte, antes casi toros éramos del 'David' Alcorcón, ahora lo somos del 'Superdavid' Racing, que ha inventado un nuevo 'palabro' para la historia: 'racingazo'