El debe y el haber del Gobierno
viernes 10 de enero de 2014, 14:55h
No ha debido ser
fácil encontrar 40 motivos de satisfacción en la gestión del Gobierno de Rajoy,
nada menos que 40 éxitos, 40 razones para estar orgullosos. En un país con seis
millones de parados, con un ochenta por cientos de jóvenes dispuestos a casi todo
a cambio de casi nada, con el paro juvenil más alto de Unión Europea y la
corrupción haciendo guardia a las puertas de su casa, no se pueden encontrar 40
motivos para sacar pecho y presentar un balance positivo. Pero hay que hacerlo
para uso interno precisamente porque la realidad es la que es y ya se sabe cómo
es: terca lo mismo que una mula.
El problema de
estos triunfalismos es que el papel todo lo aguanta pero la vida no se escribe,
se siente y el desencanto se nos ha instalado en la conciencia a la mayoría de
los españoles y ni siquiera creemos ya en que una alternancia de poder sirva
para nada porque lo que no funciona es el sistema. Pero esa es otra historia.
Lo que ahora nos
ocupa es la mezcla de verdades, exageraciones, mentiras y apropiaciones indebidas que ha hecho el PP en
su marcha triunfal de 40 puntos. Y es que algunas cosas son ciertos y con una
buena comunicación se podrían hacer llegar a la calle de forma razonada y
positiva: que la macroeconomía haya mejorado es una buenísima noticia porque es
la nube necesaria que después se convertirá en la bendita lluvia que nos llegue
a todos. Pero aun no ha llovido, se está formando esa tormenta que todos
esperamos pero no ha caído ni una gota de agua sobre el ciudadano y por eso
resulta contraproducente para el propio Gobierno hablar de lo que sin duda es
verdad y añadir lo que sin duda es mentira: que los pensionistas haya ganado
poder adquisitivo o que la ayuda a la dependencia llegue a los más necesitados.
No se puede redactar la realidad para que nos sea favorable -y solo son dos
ejemplos-. Desligar la subida de las pensiones del IPC y poner mínimos y
máximos de subida, en absoluto significa ganar poder adquisitivo o asegurar que
nunca van a bajar; eso es demagogia porque la vida sube más que las pensiones y
los copagos disparan los gastos de los pensionistas. Y lo mismo pasa con la
dependencia: si usted disminuye el número de dependientes y los califica por
debajo de la realidad, puede que aumente la dotación de los más necesitados
pero a cambio deja fuera a quienes también tendrían derecho a esa protección.
Estamos pagando
más impuesto que nunca y perdiendo más prestaciones; hablamos del copago cuando
lo que se nos exige es un pago doble (la Administración lo que hace es manejar
nuestros dinero, no el suyo porque no lo tiene) y mientras animan a los emprendedores
con informaciones inciertas como la ventanilla única, meten un rejón de muerte
vía cotización a la Seguridad Social que hará imposible no solo nuevos
contratos de autónomos y pymes sino que no pocas empresas que aun están
intentando salir a flote se verán obligadas a despedir incapaces de asumir los
costes.
Puestos a hacer
listas, háganlas como se han hecho toda la vida, con las típicas dos columnas
de del "debe" y el "haber". Tienen algunas cosas importantes para apuntar en la
del "haber" pero tienen más cosas con las que rellenar la de "debe". Vamos a ser sinceros porque engañarnos a
nosotros mismos no conduce a nada.