A las 15.06 horas de este miércoles, una nota oficial del Ministerio del Interior informaba de que la Guardia Civil había culminado con éxito una operación antiterrorista en Navarra con la detención de varios dirigentes de ETA. Las cadenas de televisión, que emitían sus telediarios, informaron de forma urgente de la detención de los etarras cuando estaban reunidos en un despacho de abogados. Unos minutos después, a las 15.34 horas, una nota urgente del Ministerio del Interior anulaba a todos los efectos la nota anterior: faltaba media hora para que la operación se produjera y los etarras, avisados por las noticias televisivas, se disponían a destruir documentación. El lío es monumental y alguien pensó en el nuevo vuelo de un pájaro famoso: el faisán.
¿Qué había pasado? Los servicios de Información de la
Guardia Civil, que habían montado el operativo por orden del titular del Juzgado Central de
Instrucción número 6,
Eloy Velasco, estaban que trinaban, literalmente. Algunos guardias
civiles se preguntaban si el famoso 'caso faisán' no se había producido de
nuevo. Mientras tanto, el desconcierto entre los guardias civiles del cuartel
de La Salve que debían participar en la operación era manifiesto, al igual que
el de los periodistas y cámaras que habían sido avisados con tiempo para grabar
la operación contra ETA.
Pero lo que parece más cierto es que alguien se adelantó por
lo que parece que fue un simple error de cálculo. A las 15.06 horas, en los
correos de las redacciones informativas se recibía la siguiente nota oficial
del Ministerio del Interior: "Lucha contra el terrorismo. La Guardia Civil
detiene a varios presuntos miembros de ETA en el País Vasco y Navarra", rezaban
el antetítulo y título, que se acompañaba con dos destacados: "Operación realizada por el Servicio de Información de la Guardia Civil"
y "Las detenciones se han realizado mientras se celebraba una reunión orgánica
en el interior de una de las sedes de los abogados defensores de los miembros
de ETA".
Lo cierto es que a esas horas, los guardias civiles
encargados de la operación permanecían aún en su cuartel de La Salve, en
Pamplona, y vieron estupefactos como la televisión daba la noticia de urgencia.
Algunos pensaron que alguien podría estar interesado en que determinados
etarras no fueran detenidos, como ocurrió con el 'caso del bar Faisán', en
Irún, en mayo de 2006. Pero todo parece que se debió más bien a un error y a un
apresuramiento por apuntarse el Ministerio un tanto ante las víctimas del
terrorismo, sobre todo después de determinados acontecimientos, como la
decisión del juez de la Audiencia Nacional
Santiago Pedraz de permitir el acto
de la izquierda abertzale del próximo sábado 11 de enero.
Sea como fuere, según fuentes de Interior, los guardias
civiles salieron apresuradamente del cuartel y se dirigieron a diversos pisos donde
se suponía que estaban determinados objetivos. Pero los teléfonos de Interior 'ardían'
y a las 15.34 horas las redacciones recibieron otra nota oficial anulando la
enviada a las 15.06. Obviamente, ya era tarde, 'el mal ya estaba hecho', según
han dicho a
Diariocrítico fuentes de las fuerzas de seguridad, que temen que en
ese espacio de tiempo los supuestos etarras o sus abogados hayan borrado
documentos importantes de sus ordenadores o destruido cualquier tipo de
pruebas.
Las investigaciones de la Guardia Civil estaban siendo
dirigidas por el Juzgado Central de Instrucción, número 6, de la Audiencia
Nacional y coordinadas con la Fiscalía de la Audiencia Nacional, y las actuaciones
eran fruto de una investigación que se viene realizando desde hace varios meses
por parte del Servicio de Información de la Guardia Civil. Las detenciones se iban
a realizar finalmente mientras se celebraba una reunión orgánica en el interior
de una de las sedes de los abogados defensores de los miembros de ETA, según la
información facilitada por Interior.
Finalmente, la operación se llevó a cabo tanto en Navarra como en el País Vasco. En esta última comunidad, los agentes entraron en el despacho de
Arantza Zulueta, en la calle Elcano de Bilbao, mientras mantenían una reunión el grupo de interlocutores con el EPPK. Zulueta aparecía como una de las organizadoras del acto celebrado en Durango el pasado sábado, en el que comparecieron más de 60 expresos de ETA excarcelados tras la derogación de la Doctrina Parot.
Aunque las detenciones se han producido, algunos guardias civiles piensan que se ha podido destruir documentación que podría ser
importante para nuevas operaciones.
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