Queridos Reyes Magos,
En enero pasado os escribimos para pediros la
reapertura del Teatro Moderno, en todo este año no ha podido ser, pero
tranquilos, sabemos que no ha sido culpa vuestra, son estos gestores de lo
público que nos han tocado en suerte. Para que os hagáis una idea a la
Consejería de Educación, Cultura y Deporte, responsable del cierre y del
edificio, no le ha dado tiempo en estos doce meses para avanzar mucho en la
reapertura, estaban muy ocupados inventando mentiras, hablando de las virtudes
de privatizarlo, elaborando un pliego de condiciones que nunca vimos, tapiando
ventanas, esperando un informe que no se habían dado cuenta que tenían que
elaborar ellos mismos, divagando si el edificio está en peligro de derrumbe o
"es una joya arquitectónica".
Algunos, como el consejero Marcial Marín o la
diputada de las Cortes Adela de la Torre, no han tenido ni un rato en
estos trescientos sesenta y cinco días para poder reunirse con este grupo de
ciudadanos.
Ahora, después de seis meses desde que se
anunciara, parece que la Administración Regional y el Ayuntamiento van a firmar
un acuerdo de cesión. Cruzamos los dedos para que nuestro alcalde y la concejala de Cultura pongan más interés en el tema que sus compañeros de Toledo
y de la Calle Topete, para que de verdad el Moderno abra sus puertas en el 2014
y vuelva a alimentar la vida cultural de Guadalajara, con una
programación de calidad, plural y basada en un proyecto artístico y de
gestión que satisfaga la actual demanda de muchos alcarreños que han visto
mermada la oferta en artes escénicas.
Lo que os queremos pedir este año quizás os
resulte un poco extraño: Melchor, Gaspar y Baltasar necesitamos una pared,
íbamos a usar las de la Biblioteca pero alguien ha decidido que no somos dignos
de exponer en ese espacio público. Dicen que las fotografías no tiene fines
culturales, quizás el problema no son nuestros fines sino los principios de
algunos, mejor dicho la falta de ellos. Mequetrefes convertidos en censores que
quieren transformar la Biblioteca de Guadalajara en su cortijo, olvidando que
es un espacio público, de cultura y libertad.
También nos vendría bien un poco de
paciencia, para sobrellevar tanto desprecio de las instituciones, algunos han
olvidado que los ciudadanos podemos opinar, decir, reclamar, pelear, tenemos
principios, fines, y no nos hace falta llevar pegadas las siglas de ningún
partido, simplemente unirnos y salir a la calle.
El año que viene cuando volváis a pasar por
las calles de Guadalajara esperamos que podáis ver las puertas del Moderno abiertas
y nosotros dentro, sentados en sus butacas, disfrutando del teatro, la música,
la danza, los cuentos, el circo... Gracias Reyes, no dejéis nunca de ser magos.
***Los amigos y amigas del Teatro Moderno