Otros hurtos tienen menos
explicación. Hay clientes, por ejemplo, que se llevan las pilas del
mando a distancia, y a veces el propio mando aunque no tiene ninguna
utilidad fuera de la habitación, o que desenroscan las bombillas de las
lámparas, o se lleven la Biblia en varios idiomas que se encuentra en el
cajón de la mesilla (pese a que en alguno de sus capítulos de incluya
el séptimo mandamiento). Los hay incluso que arramplan con alguna
almohada o manta del armario. Y algunos habituales dan el cambiazo y se
llevan el interior del edredón o de la almohada, de pluma y dejan otro
de menor calidad. Lo chocante es que en muchos casos esos objetos valen
apenas unos euros, o incluso unos céntimos, cuando la habitación del
hotel ha costado 100 o más euros por noche.
Pero la audacia de
algunos ladrones de hotel aficionados tiene a veces el estilo de
auténticos profesionales. Un veterano conserje de uno de los hoteles de
lujo más conocidos de Madrid contaba la "hazaña" de un cliente habitual.
El hombre se había encaprichado de la percha planchador de pantalones
que había en las mejores habitaciones y se propuso llevarse una de ellas
a casa. Como si lo hacía sin más se iba a notar su ausencia, apenas
llegar a su habitación desmontó la percha y la escondió en un hueco en
el falso techo que en visitas anteriores había localizado. De inmediato
llamó a recepción y dijo que en su habitación no había ese elemento que
él utilizaba con frecuencia, el servicio de habitaciones acudió y
comprobó que, en efecto, no estaba allí. Rápidamente le llevaron otra.
El cliente el día de su partida sacó del escondite la percha, la metió
en la maleta y salió tranquilamente del hotel.
En algunos hoteles
han comprobado robos que requieren el uso de destornilladores y otras
herramientas para llevarse cuadros, picaportes, secadores de pelo,
toalleros, espejos, aparatos electrodomésticos y de música, etc. Un
lugar especialmente peligroso es la sala business de los hoteles para
ejecutivos, donde han llegado a desaparecer ordenadores e impresoras,
además, claro, de paquetes enteros de folios. Lo curioso es que la
mayoría de estos cleptómanos no tienen conciencia de haber robado sino
de haberse llevado un recuerdo.
Pero, afortunadamente, la mayoría
de esos recuerdos son de escasa importancia, aunque poco a poco van
sumando una cifra. La cadena Holiday Inn, por ejemplo reconoció en 2008
que habían desaparecido más de medio millón de toallas. Cualquier hotel
de tipo medio tiene un gasto anual en
amenities que supera los
200.000 euros, claro que, en este caso se considera que entran en el
costo de la habitación. Cuanto mejor es el diseño o la marca de los
productos, antes desaparecen, a veces todo lo ofrecido cada uno de los
días. Algunos hoteles de marca que tienen productos de calidad los
tienen a la venta en la boutique del lobby y se puede encontrar de todo
con la firma del hotel, desde muebles y vajillas a albornoces y
almohadas.
Los expertos en llevarse cosas de los hoteles conocen
algunos trucos para no despertar sospechas, como hacer desaparecer en un
descuido alguna toalla o albornoz, o pequeñas botellitas de licor del
carrito en el pasillo cuando se están limpiando o reponiendo las
habitaciones. También llevarse piezas de vajilla o cubertería de las
bandejas del room service que dejan en el pasillo otros clientes tras
haber sido utilizadas. Los pequeños saleros y los cuencos donde poner un
huevo pasado por agua suelen causar furor. Los hurtos también llegan al
buffet de desayuno, donde no solo se organizan bocadillos para el
mediodía, pese a que la mayoría de los hoteles prohiben sacar comidas,
sino que también se llevan tarritos de mermelada, quesitos y estuches
con panecillos.
El minibar es también una tentación. No es
infrecuente que algún cliente consuma una botellita de ginebra o vodka y
la rellene de agua, cuidando de dejar bien disimulado el tapón de rosca
que las cerraba. O que haga lo mismo con las de whisky o coñac
sustituyendo el alcohol por té o algún otro líquido menos conveniente de
color amarillento.
Las medidas contra estos robos que terminan
suponiendo una cifra de gastos considerable en muchos hoteles son
complicadas. En muchos hoteles es imposible llevarse las perchas ya que
constan de dos partes y una de ellas está fija a la barra, la otra no
tiene utilidad sin la primera. Otros han optado por instalar pequeños
micro chips en toallas y albornoces que "cantan" al salir del hotel. En
algunos minibares hay un sistema electrónico que registra
automáticamente en la cuenta del cliente el uso de cada botellita al
sacarla del estante. En un hotel de Tokio, un cliente audaz comprobó que
las botellas se podían sacar de manera complicada por la parte de
atrás, sin que el mecanismo registrara la salida. Para su sorpresa al
pagar la factura, no tuvo en cuenta que el ultramoderno hotel, seguía
teniendo personal que se limitaba a contar las botellas de cada
neverita, como se ha hecho toda la vida.
Según el estudio de
Jetcost,
más de un 81% de los españoles reconocen que alguna vez se han llevado
algo de un hotel, mientras que los daneses son aparentemente, los
huéspedes con más escrúpulos, puesto que un 88% de ellos afirma que
jamás han robado nada de sus habitaciones de hotel. Este cuadro de honor
es seguido por holandeses y noruegos, en un 85% y un 84%
respectivamente, quienes afirmaron que jamás se llevaron de los hoteles
nada. El 69% de los británicos ha robado alguna vez objetos de los
hoteles donde se han alojado.
Las 10 cosas que más se "roban" en los hoteles:
1.-
Amenities del cuarto de baño (incluyendo a veces la bandeja o cestito donde se ofrecen).
2.- Toallas, sobre todo las más grandes.
3.- Bombillas, pilas de los manos a distancia...
4.- Objetos de papelería, bolígrafos, cuadernitos, revistas, Biblias...
5.- Flores y frutas, incluyendo los jarrones o cestos.
6.- Botellas de licor del minibar, se beben y no se declaran o se rellenan con agua y otros líquidos.
7.- Piezas de cerámica, cubertería, vasos y copas.
8.- Interiores de almohadas y edredones.
9.- Toalleros, secadores de pelo, espejos...
10.- Aparatos eléctricos: planchas, relojes, apliques, DVDs...