¿Qué buscaba el juez Elpidio Silva en el City National Bank of Florida?

Dinero negro, evasión de capitales, fortunas escondidas... eso es lo que el juez de Instrucción del 9 de Madrid, Elpidio José Silva, buscaba en realidad en el City National Bank of Florida, el banco que compró Miguel Blesa para Caja Madrid por unos 800 millones de euros y que Bankia se vio obligada a vender el pasado mayo de 2013 por 882 millones de dólares -unos 682 millones de euros al cambio actual- a la entidad chilena Banco de Crédito e Inversiones. Es decir, perdiendo más de 100 millones de euros.

La investigación de irregularidades en la compra de este banco de Florida llevó al titular del Juzgado de Instrucción número 9 de Madrid, Elpidio José Silva, a decretar el ingreso en prisión provisional de Miguel Blesa, quien también estaba imputado por irregularidades en la concesión de un préstamo de 26,6 millones de euros al entonces consejero de la caja y presidente de la patronal, Gerardo Díaz Ferrán.

Resulta que Caja Madrid pagó 1.134 millones de dólares por el banco de Florida en 2008, y a la hora de estimar las pérdidas de la operación hay que tener en cuenta que el tipo de cambio superaba hace cinco años los 1,5 dólares por euro frente a los 1,29 de cambio en mayo de 2013, cuando Bankia vendió el banco a la corporación chilena.

Pero lo que buscaba el juez Silva, más allá, incluso, del increíble precio pagado, es, según ha sabido Diariocrítico de fuentes conectadas con la investigación, la posibilidad de que el City National Bank of Florida pudiera servir, supuestamente y además de para penetrar en el mercado financiero americano, para blanquear dinero negro, o evadir capitales, o distraer grandes fortunas, etc., de unos supuestos 'amiguetes'. Todo ello sin pruebas, claro está, pero las cuales se estaban buscando por si acaso.

En todo caso, según esos medios conectados con la investigación, al juez se lo 'cargaron' antes de que pudiera ni siquiera comenzar en serio las investigaciones, y hasta es muy posible que lo que el juez parecía querer buscar en este banco de Florida no tuviera base real, sino que fuera fruto de una desmesurada imaginación. Quién sabe.