Guiño a Rosa Díez en Madrid: "UPyD no es nuestro enemigo: no
lo es ni lo va a ser"
Rivera recomienda a Rajoy que se reúna con Mas para 'leerle' la Constitución y decirle que la soberanía no es negociable
martes 17 de diciembre de 2013, 11:53h
En soledad política, sin apenas otros políticos presentes
por 'cortesía', el presidente de Ciutadans, Albert Rivera, ha presentado en
Madrid sus cinco puntos programáticos para arreglar esto que llamamos España y
acabar con las tensiones que genera su nunca establecida vertebración. En un
desayuno informativo, Rivera ha recomendado también a Rajoy que se reúna con Artur
Mas para recordarle la Constitución y avisarle de que "la soberanía del
país no es negociable". E, igualmente, ha lanzado un nuevo guiño a Rosa Díez: "UPyD
no es nuestro enemigo: no lo es ni lo va a ser".
Pocos, por no decir casi ningún dirigente político de otros
partidos, acompañaron al líder de C's e impulsor de la plataforma Movimiento
Ciudadano, Albert Rivera, en un desayuno informativo en Nueva Economía Fórum. Sólo
una despistadísima Cayetana Álvarez de Toledo, diputada del PP y seguidora de
Aznar en FAES, apareció por el hotel donde Rivera desgranó sus cinco puntos
para hacer que este país pueda cambiar. Sí estuvieron los seguidores de su
movimiento, como el exministro del Interior, Antonio Asunción, que presentó el
acto, o simpatizantes del mismo, como Fernando Sánchez Dragó, César Cabo -quien
fuera la cara de los controladores aéreos-, el periodista Juan Carlos Girauta o
el excomunista Ramón Tamames.
Rivera, un político extremadamente joven, desarrolló un
discurso de memoria, sin leer en papeles, pero muy estructurado y dirigido muy
al grano de los problemas reales de los españoles. Ahí desarrollo sus famosos y
conocidos cinco puntos para regenerar políticamente este país, pero luego, en
el turno de preguntas, no aclaró si su movimiento se va a presentar finalmente
a las elecciones europeas de amyo de 2014, ni mucho menos quien puede ser su
cabeza de lista -"tenemos la mala costumbre de hacer primarias", ironizó- ni si
va a formalizar algún tipo de acuerdo preelectoral con alguna fuerza política.
Es cierto, no obstante, que ante preguntas interesadas dejó
una puerta abierta a una posible alianza postelectoral con el Partido
Socialista ye l Partido Popular para arrebatar la Generalitat de Cataluña a los
separatistas, e incluso que no quiso replicar a determinadas invectivas de
diputados de la UPyD de Rosa Díez pensando, acaso, que ambos movimientos están
condenados a entenderse: "UPyD no es nuestro enemigo: no lo es ni lo va a ser".
Pero, en definitiva, Rivera no despejó este martes en Madrid de las incógnitas políticas
que concurren sobre su movimiento.
Sí fue muy claro, sin embargo, en la necesidad de una
regeneración política, económica y social de España, y sobre todo en la
necesidad de vertebrar definitivamente el territorio frente al órdago
soberanista y haciéndolo con un retorno al Estado autonómico para sustituir
este 'Reino de Taifas' que han crecido en estos 35 años de la Constitución.
En ese sentido, y como no se esperaba menos, Rivera ha sido
especialmente crítico con el órdago separatista de Artur Mas y su 'socio' de
ERC Oriol Junqueras. E incluso le ha dedicado un mensaje a un Rajoy muy poco
operativo al respecto: "Yo recibiría a Artur Mas para recordarle lo que
dice la Constitución. Le diría que se puede hablar de financiación pero que la
convivencia entre españoles no es negociable".
En su intervención, Rivera hizo un llamamiento a PP y PSOE a
sumar fuerzas en unos futuros comicios autonómicos para evitar que en Cataluña
triunfe ERC, porque "sumar fuerzas no quiere decir ir en la misma lista,
sino sacar el máximo número de votos y hacer mayoría, tratar de sumar para que
Junqueras no sea presidente".
Rivera insistió mucho en la idea de la regeneración de
España porque "el mejor antídoto contra el separatismo es una España que
funcione". Esa falta de 'funcionamiento' es lo que habría originado que hace
dos años sólo hubiera un 22 % de separatistas en Cataluña y ahora haya subido
acaso hasta el 50 %. De ahí que Rivera insista mucho en su discurso en que "necesitamos
reformas profundas en este país y no manos de pintura", porque sólo así,
recuperando el motor político-económico y el bienestar social se acaba con la
falacia del separatismo.
En ese sentido, Rivera ha sido polémico al pedir la supresión
de los Fueros o cupos en el País Vasco y en Navarra, a los que considera
ilógicos, anacrónicos y fuera de razón
Foro asociado a esta noticia:
Comentarios
Últimos comentarios de los lectores (1)
25723 | ignacio - 01/01/2014 @ 19:36:12 (GMT+1)
¿Por qué Catalunya quiere su independencia?
¿Por que Catalunya quiere su independencia?
Dependencia o independencia de Catalunya
Tras treinta años de democracia estable, sólidamente anclados en la Unión Europea y el euro, impensables los golpes de Estado, integrados en la globalización y prósperos, es hora de hacer balance sobre si le conviene a Catalunya seguir en España.
Salvo efusiones líricas, amenazas gonadales y acusaciones de delirio psiquiátrico (idénticas a las practicadas por la dictadura soviética), no se oye en España argumento alguno que justifique la dependencia de Catalunya. Los unionistas catalanes, salvo una cierta apelación a la resignación y la rutina, tampoco razonan, incluso recurren crecientemente al escarnio y la amenaza, aquí más próximos a los usos de la dictadura maoísta.
Es normal esta afasia, que se intenta ocultar bajo abundantes bramidos, pues el fundamento económico de la conveniencia de pertenecer a España ha desaparecido. Ya no es el Estado español quien tiene moneda y determina los tipos de cambio, los tipos de interés y los aranceles de importación y exportación. Ya no hay mercado español, lo ha absorbido el único europeo, y es Bruselas quien toma esas decisiones y se abre a la globalización, con el resultado inevitable de la disminución de la importancia relativa del antiguo mercado protegido: hoy Catalunya vende al resto del Estado menos del 40% de su producción, e importa de allí menos del 35%. A Catalunya la dependencia ya no le es compensada por el acceso privilegiado al mercado español, que además se ha convertido en arriesgado por ser el único en que los productos catalanes son boicoteados por el hecho de serlo (práctica del 21% de los madrileños, según ABC).
Sólo le queda a España un mecanismo de actuación económica, la inversión pública, y los datos y hechos son elocuentes: tras décadas de detraer cada año el 10% del PIB catalán sin invertir en Catalunya (19.200 millones de euros el 2005), se desploman los servicios públicos que gestiona España y llevan su E: RENFE, AENA, REE, ENDESA, etc. ¿Qué reciben los catalanes a cambio del expolio fiscal? Ni siquiera la transparencia, pues los balances fiscales, públicos en la Unión Europea, Alemania o Reino Unido, los ocultan en España tanto los gobiernos del PP como los del PSOE. ¿Qué esconden?
Tampoco a la hora de comprar empresas españolas es una ventaja estar en España, pues la toma de control catalana es bloqueada de una u otra manera, y contra ella se blande la Constitución y la xenofobia, que no se invoca frente a OPAs alemanas o italianas.
Al expolio del Estado y la explotación monopolística de los servicios públicos privatizados se añade la penuria de la Generalitat. Baste un dato: tras treinta años de autonomía, y para 7,5 millones de habitantes, el presupuesto catalán es de 32.000 millones de euros. Tras ocho años de autonomía, y para 5 millones de habitantes, el presupuesto escocés es de 46.000 millones de euros. Escocia en ocho años ha conseguido el doble por habitante de lo conseguido por Catalunya en treinta.
Mal negocio es hoy España para Catalunya: privada de política fiscal, crónicamente objeto de desinversión pública, discriminada hasta en tratados internacionales (esos que firma el Estado español prohibiendo que utilicen el aeropuerto de Barcelona los aviones desde o hacia Toronto, Miami, México, Bangkok, Kuala Lumpur, etc.), boicoteados sus productos, rechazados sus compradores como extranjeros hostiles, ¿a quién le interesa continuar la dependencia? ¿Alguien podría explicar alguna ventaja comparativa de la dependencia respecto a la independencia? (si puede ser, sin insultar).
El problema de Catalunya se llama España, que se dedica, mediante el aparato del Estado que los catalanes pagan, a bloquear todos sus proyectos: ni conexión ferroviaria del puerto con Europa, ni servicios públicos que funcionen, ni inversiones en infraestructuras, ni TGV a Europa, ni toma de control de empresas españolas, ni aeropuerto intercontinental, ni nada de nada.
Ya están conseguidos los objetivos modernizadores comunes a catalanes y españoles, España ya es democrática y europea, pero tan adversa a la diversidad como siempre, no se concibe como plurinacional sino como unitaria, y percibe a los 'diferentes' no como un activo a promover sino como una molestia a eliminar. Proclama que Catalunya es España, pero piensa y actúa que Catalunya es de España. Una posesión.
Intentamos de buena fe una corrección del expolio fiscal, el dominio político y la discriminación económica y cultural. Tendimos la mano para sólo recibir insultos, boicots y engaños, y un Estatuto que no se aplica ni cumple, pues este Gobierno español, como los anteriores, no tiene por qué cumplir la ley cuando afecta a Catalunya. No pasa nada, ya lo avalarán como siempre los Tribunales Supremo y Constitucional, que para eso los nombran el PP y el PSOE.
Se equivocan: bloqueada bajo España, maltratada en España, insultada por España, harta de España, a Catalunya sólo le queda un camino: la independencia.
España tiene mucho a ganar con un Estado catalán, perdería un miembro descontento y problemático pero ganaría un buen vecino y amigo, y podría superar los bloqueos que sufren las libertades y la democracia por causa de una estructura institucional concebida y practicada para asegurar el dominio de una mayoría nacional española sobre las minorías nacionales. Como ya advirtió Burke, es ese dominio la causa de las mayores corrupciones del orden constitucional.
Dijo Azaña que para mantener España unida había que bombardear Barcelona cada cincuenta años, método que calificaba de bárbaro pero efectivo. Los bombardeos ya no son posibles, y España no ha aprendido en su lugar el método de ganar la adhesión cordial e interesada de los catalanes. En el fondo, tanto da. Se ponga como se ponga, la independencia de Catalunya es ineluctable e inevitable. Mene Tequel Parsin. Ha empezado la cuenta atrás.
independencia !
|
|