Jack El Destripador y Cataluña
viernes 13 de diciembre de 2013, 11:47h
Para que
la jugada les hubiese salido redonda, en ese titánico esfuerzo por encontrar la
pregunta del referéndum, deberían haber acordado algún tipo de ilustración
añadida, más que nada por si todavía queda alguien despistado sobre las gestas
históricas que están a punto de producirse en Cataluña. Por ejemplo, al lado
del sí que abre la puerta de la historia a la existencia de un estado catalán,
haber puesto fotografías varias, al estilo José Ramón de la primera etapa del
PSOE, llenas de parques frondosos y soleados, abundantes colores vivos, niños
jugando en la yerba al corro, padres charlando felices mientras observan su
seguridad, ancianos gozando el declinar de su vida y miles de globos subiendo a
un cielo azul sobre el que un arco iris destella en la lejanía, y un sol
amarillo como un membrillo reina en las alturas.
Al lado del no, es decir de lo que
votarán aquellos ojerosos y cafres ciudadanos que no quieren un estado propio,
algún tipo de rito funerario o diabólico, por qué andarse con miramientos o zarandajas.
Por ejemplo un aquelarre de Torquemadas torturando a Cataluña, la pobre tirada
en un madero viejo mientras unos monjes cadavéricos le extraen la sangre con
sus uñas afiladas, y otros émulos de Jack el Destripador, con cuchillo de
carnicero, prestos a masacrar el pobre cuerpo depauperado catalán.
Teniendo
en cuenta que vivimos en una sociedad de amplia riqueza visual, podrían
añadirse videos, y por qué no todo tipo de elementos accesorios demostrativos
del canibalismo español. En un lado princesas nibelungas y en el otro
presencias luciferinas, anunciando todo tipo de jeroglíficos, crucigramas y
demás, para que los pobres despistados que no crean en el paraíso de Mahoma Más
sepan que después de esta triste, amarga, terrible convivencia con España, hay
otra vida en el paraíso catalán con chucherías gratis para los niños,
utilitarios que funcionan sin gasolina para los pobres, o coros angelicales que cantan las excelencias
de la nueva existencia, así como guitarras eléctricas desafinadas que suenan
por el cielo, gritando en un rock desabrido la palabra español, que sabe a
lúgubre alcantarilla y a tormenta.
No sé cómo
habrá quién se atreva, siquiera en el rincón más último de su mente, a pensar
en que no quiere un estado propio. A partir de ahora a esos pobres,
minoritarios, excéntricos ciudadanos que no sientan el hierro español en sus
carnes, les caerán enfermedades varias, tales como alopecias, diarreas y
migrañas. Mientras que en el otro lado, con la vacuna catalana gratis et amore,
se derrotarán todas las enfermedades, hasta las hemorroides. Además
los padres de la patria catalana decretarán la existencia de una sonrisa eterna,
que por los siglos de los siglos, nadie podrá quitarse de la cara.