No rotundo de las fuerzas de seguridad a la Ley de Seguridad
Privada
Policías y guardias civiles, contra el ministro del Interior: '¿Se están repartiendo el pastel entre amigotes?'
- "Se podrían producir 'actuaciones policiales' oscuras,
propiciadas por algún empresario de la seguridad privada"
miércoles 11 de diciembre de 2013, 16:15h
La ley de Seguridad Privada no gusta a casi nadie. No, desde
luego, a la oposición política, pero tampoco gusta a los cuerpos y fuerzas de
seguridad del Estado. Así, por ejemplo, se han manifestado varias asociaciones
de guardias civiles, que se han mostrado muy críticas con un ministro del
Interior que parece empeñado en privatizar la seguridad, siguiendo la consigna
de 'seguridad para quien la pague'. A tal respecto, la Unión de Guardias
Civiles (UniónGC) ha emitido un durísimo comunicado contra esta nueva agresión
al Estado de Bienestar, en el que se preguntan, por cierto si no se estarán 'repartiendo
el pastel entre amigotes'.
"España tiene uno de los mayores caos policiales de Europa.
En una misma población nos podemos encontrar con Guardia Civil, Policía
Nacional, Policía Autonómica y Policía Local. Ahora, con este nuevo texto,
incrementaríamos ese caos con las nuevas competencias que pretenden otorgar a
los vigilantes de seguridad, pues no nos engañemos, pretenden convertirlos en
policías". Es la crítica global que UniónGC, una de las asociaciones de Guardias
Civiles, ha realizado contra el proyecto de Ley de Seguridad Privada del actual
ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz.
Dicen estos guardias civiles que respetan a los profesionales
de la seguridad privada, pero que "otorgarles competencias como las
pretendidas, es decir, poder efectuar patrullas en la calle, detenciones, etc.,
es un grave error". Sostienen que, para realizar este cometido, guardias
civiles y policías se someten a un severo proceso de oposición y a una
formación exigente y completa que dura años, con un período formativo en la
academia y con posteriores prácticas en las calles. "Por el contrario", dicen
ellos, "un vigilante de seguridad se puede formar en un par de meses. Estas
competencias no se pueden dejar en manos de personas que no tengan esta
formación. Estamos hablando de derechos".
También replican a los planes de Interior con un argumento
nada baladí: los funcionarios policiales "no atendemos más que a la Ley, a los
jueces y fiscales. No somos manipulables", pero señalan que los vigilantes de
seguridad "están en manos privadas con intereses y planteamientos que nada
tienen que ver con la seguridad pública".
A ese respecto, añaden desde UniónGC que "se podrían
producir 'actuaciones policiales' oscuras, propiciadas por algún empresario de
la seguridad privada. No es descabellado. El empresario tiene el control sobre
los agentes y éstos, a diferencia de lo que ocurre con los funcionarios
policiales, no tiene mecanismos de control para evitar irregularidades o
intereses oscuros de sus cúpulas directivas".
'¿Repartirse el pastel entre amigotes?'
Afirman los guardias civiles estamos presenciando una caída
brutal en las plantillas policiales, porque el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro,
no permite que se repongan las vacantes. Así que, al no haber oposiciones estarían
justificando la necesidad de otorgar competencias de seguridad pública a los
vigilantes privados: "Lo que es paradójico es que otorgue competencias de
vigilancia en las cárceles a los vigilantes de seguridad y que sea el Estado el
que pague a dichos vigilantes por esas funciones de vigilancia carcelaria
cuando no le hace ninguna falta pues para esas funciones ha tenido hasta ahora
a policías y guardias civiles ¿por qué pagar a un vigilante de seguridad por
algo que han venido haciendo policías y guardias civiles? ¿Repartir pastel
entre amigotes?".
En ese sentido, dicen que es preocupante la política de
privatizaciones que está llevando el Gobierno: "¿Serán jueces y fiscales lo
siguiente?", se preguntan en UniónGC, aunque añaden que "más preocupante nos
resulta esta privatización enmascarada de la seguridad si la analizamos
conjuntamente con la Ley Mordaza de Seguridad Ciudadana. Aumentan el número de
cuestiones sancionables mientras que en la calle ya nos puede detener,
identificar, etc., un vigilante de seguridad. Preocupante".
Finalmente, estos guardias civiles lanzan la siguiente
pregunta, que no deja de tener su cosa: "Y qué tocará para el 2014, ¿reinstaurará
el Gobierno los Somatenes? ¡Ya está bien!".
Policía: 'Hay que investigar a los impulsores de esta ley'
De la misma manera, desde el otro Cuerpo policial, la Unión
Federal de Policía (UFP) ha denunciado el 'peligro' de esta ley, que otorga
carácter de agentes de autoridad a los vigilantes de seguridad permitiéndoles
de este modo registrar un vehículo, identificar a una persona e incluso,
patrullar por una vía pública. Dicen en UFP: "Esas atribuciones no existen en
ninguno de los países de nuestro entorno. Un vigilante de este modo, podrá
realizar tareas de identificación de personas y su testimonio será tratado de
forma especial en un juicio oral".
Y añaden que "no menos peligroso es el artículo que refiere,
sin detallar, posibles cesiones de datos entre cuerpos policiales estatales y
empresas privadas de seguridad, sin tener en cuenta la utilización fraudulenta
que pueden ejercer estas empresas de los datos de identidad, detenciones o
requisitorias judiciales de las personas en ellos contenidos. Son demasiado
sensibles para que estén en 'manos' de un empresario. Recordamos que solicitar
un D.N.I debe estar motivado y no tiene sentido hacerlo, sin consultar estas
bases de datos específicos y de contenido 'sensible'".
El trasfondo espurio de una ley más que polémica
Desde la UFP sostienen que la seguridad privada ha
funcionado bien durante 20 años... "¿Cuál es el motivo de la reforma?; entendemos
que económico, los millones de euros que supone para estos empresarios
concertar la seguridad perimetral de una cárcel, o espacios públicos, a cargo
de las arcas del Estado".
Y añaden, en línea con lo dicho por UniónGC: "Quizás la
tarea de investigación deba centrarse en conocer quiénes son los impulsores de
esta ley y quiénes son los empresarios dueños de las empresas de seguridad
privadas".