Es
lo que tiene la política, que las 'balas dialécticas' vienen y van y nunca se
sabe a quién van a alcanzar. Este jueves, en el debate parlamentario para la
aprobación
final de la Ley de Transparencia, el rifirrafe, más que contra la
vicepresidenta del Gobierno,
Soraya Sáenz de Santamaría, que defendía la ley
por el Ejecutivo, ha estallado entre el PSOE e Izquierda Unida, y todo a cuenta
de
José Luis Rodríguez Zapatero. Vamos, que el expresidente del Gobierno se ha
convertido en el reverso tenebroso de
Mío Cid: es decir, que pierde las
batallas políticas incluso después de políticamente muerto.
La
pelea dialéctica se produjo entre el diputado de la Izquierda Plural,
Joan
Josep Nuet, y el diputado socialista y exjefe de Gabinete de Rodríguez
Zapatero,
José Enrique Serrano. Al final de su intervención por la Ley de
Transparencia, Nuet dijo lo siguiente:
"Estos
días hemos conocido a través de un libro de memorias ["El dilema"] de un
expresidente del Gobierno [Zapatero] la famosa carta del señor Trichet, una
carta que, debo recordar, fue negada en esta sede parlamentaria cuando los
grupos parlamentarios y los diputados exigieron conocerla. Le pido, señora
vicepresidenta, que cuando el señor Rajoy escriba sus memorias -y es posible que
lo haga pronto-, no nos tengamos que enterar por ellas de importantes secretos,
que sea esta ley de transparencia el instrumento y no las memorias particulares
de una importante persona".
El
comentario de Nuet cayó como una granada de mano en las filas socialistas, pero
especialmente en José Enrique Serrano, que fue 'fontanero mayor' de Zapatero en
la Moncloa. Como Serrano también actuaba este jueves de portavoz del Grupo
Socialista en el debate sobre la Ley de Transparencia, aprovechó su
intervención posterior a la de Nuet para decir desde la tribuna lo siguiente:
"Lo
siento, vicepresidenta, pero a partir de ahora no me voy a referir al proyecto
de ley ni, por tanto, al Gobierno ni al Grupo Popular. Tengo que utilizar un
minuto final de mi tiempo no para contestar -no es lo que tengo que hacer- sino
para hacer un comentario sobre una afirmación del señor Nuet, por razones que
no tengo que hacer explícitas, en relación con lo que ha afirmado respecto de
una carta dirigida al anterior presidente del Gobierno por el presidente del
Banco Central Europeo y del gobernador entonces del Banco de España. Le tengo
que decir dos cosas: una, que el presidente Zapatero no ha mentido nunca en el
Parlamento (Aplausos), primero; y, segundo, y por ello mismo, que el presidente
Zapatero se cuidó muy mucho ni de afirmar ni de negar la existencia de esa
carta. Nunca la negó, cosa que se ha dicho en la tribuna. No la negó nunca, y
basta con leer el "Diario de Sesiones" para comprobar que lo que
estoy diciendo es también, como entonces, verdad".
Al
finalizar el debate, Nuet pidió, y obtuvo, la palabra por alusiones, y dijo lo
siguiente:
"Con
toda cordialidad al portavoz del Grupo Socialista y para que conste en el 'Diario
de Sesiones', me gustaría decir que en ningún momento he afirmado que el
expresidente del Gobierno haya mentido a esta Cámara. Lo que sí he dicho es que
pedimos en sede parlamentaria un documento y no se nos facilitó, y ese
documento, a posteriori, ha sido publicado en unas memorias. He llamado la
atención sobre este tipo de comportamiento".
Y
acto seguido, pidió la palabra Serrano y también le fue concedida: "Con la
misma cordialidad. Por supuesto que no ha dicho que el presidente Rodríguez
Zapatero hubiese mentido. Absolutamente de acuerdo. Creo haberle oído que el
presidente Zapatero negó la existencia de la carta. Y esto es lo que digo que
el Presidente Zapatero nunca hizo. Nunca la dio, pero nunca negó su existencia,
pese a que el hoy presidente del Gobierno, entonces principal líder de la
oposición, lo pidió reiteradamente en un debate que se produjo en el mes de
septiembre del año 2011. Nunca le respondió ni en sentido positivo ni en
sentido negativo".
Es
decir, que su propio jefe de Gabinete ha confirmado que
Zapatero "nunca le
respondió" ni a Nuet, ni a Llamazares, ni a IU ni al PP ni a Rajoy ni a los
medios de comunicación ni a nadie de los que le pidieron la carta de Trichet,
una de las cartas más nefastas mandadas a un Gobierno en la historia moderna de
Europa.
La
carta exigía tales cosas, que desmotaba el minioEstado de miniBienestar que
disfrutábamos en España. Pero Zapatero la ocultó y ahora la publica en su libro
de memorias.
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