Fue
un gran luchador, muy comprometido con la democracia y con la libertad. Pero
fue, sobre todo, una buena persona, algo que no es fácil que pueda decirse de
todos los que por el mundo han pasado. A sus 78 años, sólo le pudo quitar la
vida, que no las buenas acciones, un maldito cáncer de pulmón, pero León Buil
Giral, exdiputado, abogado, sagaz analista político y colaborador habitual de
Diariocrítico, seguirá viviendo en el recuerdo de todos los que le conocimos.
León
Buil falleció en la madrugada de este miércoles 20 de noviembre en el Hospital General
San Jorge, en Huesca, su ciudad de residencia. Estaba casado y tenía cuatro
hijos. Atrás quedaban 78 años de estudios autodidactas, de lucha contra la
injusticia, de emprendimiento de nuevas empresas políticas y profesionales
hasta el final (precisamente, una hija suya, Cecilia, es una gran emprendedora y aventurera: salió, sin duda, a su padre).
León
José Buil Giral (Barbastro, Huesca, 1935) fue siempre un autodidacta. Al
terminar el bachiller en un colegio de Huesca, tuvo que ocuparse de un comercio
de su padre al mismo tiempo que estudiaba, por libre, la carrera de Derecho en
la Universidad de Zaragoza. Se licenció en Derecho, ejerció la abogacía y fue
consejero de diversas empresas, entre ellas Eurovalles, S.A.
Pasó
algún tiempo en Madrid, donde trabajó en el Instituto de Estudios Financieros,
llegando a ser director general del mismo, y donde siguió preparándose
intelectualmente: fue titulado de los Institutos de Estudios Agrosociales, de
Sociología Aplicada, de Estudios Profesionales y de Estudios Policiales, y
también ejerció de profesor ayudante de Derecho Político en la Universidad de
Zaragoza.
Eran
momentos de auge profesional y sus actividades se multiplicaban: fue Consejero
Provincial de Bellas Artes, miembro de las Asociaciones Españolas de Derecho
Financiero, Economía y Sociología Agraria, Aragonesa de Sociología, Derecho
Agrario, etcétera, así como Socio de Honor de numerosas entidades
altoaragonesas y Miembro de la Real Sociedad Económica Aragonesa de Amigos del
País.
Pero,
paralelamente, León Buil sentía la necesidad de cambiar el mundo, o, al menos
esa España nuestra que durante casi 40 años permanecía bajo una férrea
dictadura. Era moderado, creía en el ser humano y en la capacidad de cambio en la sociedad y perteneció al grupo Tácito (democristiano) hasta que
desapareció al integrarse en el Partido Popular, del que fue presidente en
Aragón. Integrado en Unión de Centro Democrático (UCD), Buil presidió su Comité
Ejecutivo Provincial en Huesca y fue elegido diputado por esta circunscripción
en las Legislaturas Constituyente (1977-1979) y I (1979-1982).
Pero
eran tiempos de fronda en UCD, cuyos '
barones' y '
baronías', ávidos de poder,
habían derribado a su propio líder,
Adolfo Suárez, y León, que veía
aquellos manejos de algunos como poco sanos, perteneció al grupo de los Jóvenes Turcos de UCD, que preconizaban
un cambio radical, una autocrítica sirme y serena y la marcha hacia la tercera vía
para una regeneración real del partido de forma que pudiera seguir sirviendo a
la sociedad, y no al revés.
Pero
la lucha estaba perdida. Buil era un excelente amigo y colaborador de
Suárez -quien nunca se enterará ya de su muerte- y abandonó UCD para
formar parte, con Suárez, del grupo fundador del Centro Democrático y Social
(CDS), en julio de 1982. Por este partido fue diputado por Zaragoza en la III
Legislatura (1986-1989).
Lo de después,
ya es conocido: Suárez dimitió, el CDS se perdió como proyecto y con una España
ya completamente en marcha y en libertad, Buil se volvió a su bufete de
abogados.
Pero
su espíritu inquieto le llevó en los últimos años a buscar otras iniciativas,
a no desprenderse de aquellos lazos que había ido generando, y dedicó una buena
parte de su esfuerzo, por ejemplo, en reivindicar la vida de aquellos que
fueron diputados y senadores, pero que quedaron descolgados después de prestar
un inestimable servicio a la democracia: presidió la Asociación de
exDiputados y exSenadores de las Cortes Generales hasta abril de 2013, cuando
ya la enfermedad empezaba a vencerle y le sucedió
Carlos Robles Piquer.
Desde
hacía años, León Buil colaboraba habitualmente con
Diariocrítico, donde su
bonhomía y sus analisis políticos eran muy queridos y apreciados. Pero la
enfermedad iba ganando camino y su último artículo fue publicado por este
periódico el 22 de julio de 2013. Se titulaba
"Al fin, se hará la penunbra". Aún
con mano ya trémula, León escribía ya entonces: "Así tenemos una sociedad
que ha perdido sus valores y se está acostumbrando a coexistir con la
corrupción". Ni qué decir tiene que para un hombre de su integridad, la corrupción
le exasperaba, pero mucho más la corrupción política.
Pueden leer aquel
memorable artículo pinchando aquí.
Hoy,
León Buil ha muerto. Se fue un buen hombre, un amigo y un compañero.