Parece que
es una tendencia generalmente seguida por todos, la de adaptarnos a las
estaciones vistiéndonos y maquillándonos en consonancia, pero no siempre tiene
porqué ser así, el truco consiste en la combinación.
Para esta temporada de
otoño-invierno la última tendencia predominante es la de uñas cortas, cuadradas
o almendradas que han arrinconado para otras estaciones a las largas y a las
postizas.
En cuanto al colorido de esmalte de
uñas, lo que se llevará es el tono natural como los esmaltes beiges, cremas, rosas y lilas claros que
combinan con el vestuario que se lleve además de adaptarse perfectamente a
cualquier tono de piel, sin desentonar. Como contrapunto también será un color
rabioso el negro, igual de versátil tanto para pieles claras como morenas.
Capítulo aparte son los rojos,
específicamente indicados para pieles claras, se llevarán mucho esta temporada,
especialmente los tonos borgoña, púrpura, rojo y fucsia oscuro. Estas
tonalidades le van muy bien a las pieles claras, como también los colores fríos
como el azul eléctrico, el verde esmeralda y el turquesa que también se verán
mucho ya que resaltan notablemente las manos pálidas. Al contrario que a las
morenas que normalmente no les favorece este colorido, salvo quizá el turquesa
o el aguamarina.
Llamarán la atención los colores
metalizados como plata, oro, bronce y plomo serán tendencia de la temporada
para pieles morenas, cuyo contraste brillante será muy atractivo. Sin
desmerecer los producidos por el bronce y el plomo para pieles muy blancas, que
resultaran muy llamativos y elegantes.
Por último, hay que mencionar algún
detalle, como las incrustaciones en pedrería que tras popularizarse por las
modelos en la semana de la moda de Nueva York, puedes encontrar más información
sobre ellas en
http://nedik.com/es/belleza/unas-decoradas/,
no hay duda que será el último grito.