Perdón
por sugerir un titular tan castizo como este que reza 'que no te enteras,
Junqueras'. Pero es que
Don Oriol Junqueras, líder de Esquerra Republicana de
Catalunya, partido que por cierto podría llegar a ser el más votado de
Cataluña, simplemente no se entera. Amenazar a 'España' (o sea, al resto de
España) con paralizar la economía de Cataluña durante una semana es pegarse un
tir en el peu. Un tiro en el pie en toda regla. Y es obligar a que cualquier
persona sensata se pregunte, en Cataluña y en el resto de España, si merecemos
esta clase política. De hecho, me consta que no solamente los empresarios,
grandes, pequeños y medianos, la sociedad civil en general y eso que ha dado en
llamarse 'clase política', incluyendo no pocos miembros de Esquerra, se han
echado las manos a la cabeza: ¡irse a Bruselas, en un intento de ganar
euroadeptos al secesionismo catalán, y lanzar ese mensaje! De locos.
Siento
decirlo, o quizá no lo sienta tanto, porque pienso que esta deriva
independentista va a acabar mal para muchos catalanes, pero me da la impresión
de que esta movida, tan alegremente puesta en marcha por
Artur Mas, se dirige
directamente a la escollera. No solamente porque la fractura de la coalición
sempiterna de Convergencia con Unió se va a ir al garete -es urgente una
recomposición del mapa político catalán, tan antinatural-- , sino porque la
confianza de los mercados exteriores en la marca Catalunya, al menos ya tan
resquebrajada como la propia marca (del resto de) España, queda así hecha
añicos, supongo que no precisamente para gozo ni del señor Mas, ni de su
inefable portavoz, el señor
Francesc Homs, ni de su peculiar conseller
económico, don
Andreu Mas-Colell. Apañados van si esta es la política de
comunicación que llevan en el tren secesionista: amenazar con parar la economía
catalana -Junqueras ya ha empezado a dar marcha atrás, matizando lo
inmatizable-. Y ello, solamente horas después de que, en Israel, alguien del
séquito del molt honorable president de la Generalitat dijese a
un grupo de becados que pretendían saludarle que Artur Mas no quería
"entrevistarse con españoles". Luego también llegaron, pienso que demasiado
tarde, las matizaciones.
Y,
así, del reconozco que chuleta 'que no te enteras, Junqueras', podríamos pasar
al jocoso '¿cuándo te enterarás, Artur Mas'? Jocoso si la cosa diera para un
tono festivo, naturalmente, que me parece que no da. La cosa es más bien
triste, muy triste para quienes, como yo mismo y muchísimos otros, amamos
sinceramente a Cataluña y lo catalán. Pero algunos, sin enterarse.
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