La revolución francesa del socialismo hispano
sábado 09 de noviembre de 2013, 19:41h
Todos los dirigentes socialistas que hablan en la
Conferencia Política, ya sea en el Plenario de la misma, en las charlas
coloquio que se celebran en torno al amplio hall del Palacio de Congresos de Madrid,
o en las mesas de debate interno de las que saldrán las grandes propuestas
hacia la sociedad española, tienen un punto en común, tres palabras que
intentan rescatar para el futuro lo que han ido perdiendo con el paso del
tiempo y las tareas de gobierno con Felipe González y José Luis Rodríguez
Zapatero: libertad, igualdad, solidaridad.
En las tres palabras que fueron el estandarte de la
Revolución francesa de 1789 creen haber encontrado los socialistas españoles de
2013 la base de su programa electoral para los años 2014 y 2015, y la piedra
sobre la que edificar su recuperación política tras el alud de desastres del
año 2011 que les sepultaron donde están hoy. Libertad que creen que está en
peligro por las medidas que esta tomando el gobierno de Maríano Rajoy y la
derecha europea a nivel continental; igualdad que aseguran se ha perdido y se
seguirá perdiendo con la política de recortes y ajustes que se suceden de la
mano de la " troika" financiera que " nos gobierna"; y
solidaridad perdida entre las clases sociales y los territorios de España,
donde asumen que tienen su parte de culpa, sobre todo cuando miran a Cataluña.
Mañana de sábado y de apertura de la Conferencia con dos
estrellas que esperan su oportunidad para los próximos meses y que reivindican
la unidad del socialismo frente a la derecha y que asumen la parte de culpa que
le corresponde al PSOE por no haber sabido defender con mayor fuerza y
contundencia sus auténticas señas de identidad en los últimos años. Son Susana
Díaz y Javier Fernández, los dos que gobiernan en Andalucía y en Asturias. La
primera por designación de José Antonio Griñan y el segundo por haberlo ganado
en las urnas. Una necesita " ganar en su Comunidad" antes de pensar
en España y en liderar el PSOE; el otro debe " apaciguar" la suya
tras el rechazo de UPyD y de IU de seguir apoyando a su gobierno y la necesidad
de no convocar por segunda vez ( tras lo que hizo Álvarez Cascos) unas
elecciones anticipadas.
Ante los distintos auditorios no se habla de primarias, no se habla de candidatos, sólo se habla de
ideas, de unidad y de mensajes a los españoles. Son las palabras, las frases que están en el
guión pactado entre los actuales pesos pesados del socialismo, entre los que de
verdad mandan en el PSOE: Rubalcaba, Díaz, Navarro y Fernández. Es evidente
como dice Diaz que se han equivocado y que tienen que cambiar. Lo dice también
Elena Valenciano, y el expresidente extremeño Fernández Vara, y el expresidente
castellano manchego José María Barreda, y el ex ministro José Blanco. Hablan de
cambio y de volver a las ideas que nacieron con la social democracia en los comienzos
del siglo XX, las de la defensa del estado del bienestar. Hablan de lo que
hablaron los revolucionarios franceses antes de que Robespierre y Marat y
compañía convirtieran la guillotina en un argumento político, y que Napoleón
convirtiera esa revolución igualitaria, libertaria y solidaria en un nuevo
Imperio.
Siguen el guión no escrito y el compromiso pactado de dejar
para finales de diciembre el calendario de las primarias y la futura elección
de los candidatos. Ninguno de los que tienen posibilidades de lograr la futura
designación se atreve a aparecer como si estuviera en campaña. Los que les
acompañan, tampoco. En privado, fuera de micros la cosa cambia. Desaparecen las
ideas, las propuestas y aparecen los nombres que pelearan por el liderazgo, los
que se pasean rodeados de sus propios " guardianes" y seguidores más
fieles.
En ese momento se hacen quinielas, se apuesta por este o aquella, se
argumentan los pros y los contras de cada uno de ellos; y de las mejores fechas
para elegirlos teniendo en cuenta dos factores esenciales: la duración de la
actual Legislatura y los movimientos que puede hacer Mariano Rajoy con los
Presupuestos Generales de 2014 y 2015; y sobre todo la esencia de las
Primarias, si se quiere que signifiquen algo en la sociedad española: deben
abrirse de verdad a todos, a los militantes y a los que no lo son. Tienen que
ser unas primarias en las que participen los ciudadanos sin carné. Y ese
aspecto, esa participación global hace que los resultados estén más que nunca
en el aire, y que la sorpresa final este asegurada.