Según esas últimas informaciones llegadas desde EEUU, con el acceso a los servidores de Google y Yahoo, la NSA tenría
capacidad para recoger datos de cientos de millones de clientes. El
director de la NSA, el general
Keith Alexander, negó que la agencia
hubiera accedido a estos servidores, y dijo que no tienen acceso a ellos
ni están autorizados para este tipo de intervenciones.
Por otro lado, el semanario italiano
Panorama
informó ayer que la NSA interceptó llamadas realizadas al Vaticano y
desde el Vaticano.
En particular, se realizaron las escuchas entre el 10
de diciembre de 2012 y el 8 de enero de 2013, aunque podrían haber
continuado tras la renuncia del
Benedicto XVI y durante el Cónclave.
Incluso se pudieron haber controlado las llamadas del cardenal
Jorge
Mario Bergoglio antes de ser elegido Papa. La NSA dijo que estas
informaciones "no son ciertas" y apuntó que la Santa Sede no figura
entre sus objetivos.
Mientras, el diario francés
Le Monde
confirmó ayer que Francia envió información a la NSA en virtud de un
acuerdo secreto firmado entre ambos países desde finales de 2011. Una
fuente de la Dirección de los Servicios Exteriores, afirmó al diario que
el protocolo de intercambio de datos comenzó a funcionar a principios
de 2012.
El periodista que ha desvelado el espionaje de
EEUU,
Glenn Greenwald, responde al director de la NSA en una carta que
hoy publica
EL MUNDO bajo el título "El desmentido falso de la
NSA". En ella, Greenwald relata que los documentos han sido usados
durante meses por diarios sin ser cuestionados.
Desde España, la
Cadena SER informa en exclusiva que
Félix Sanz Roldán, director del CNI, defenderá en el Congreso en su comparecencia la próxima semana que nuestro país, como se aseguró desde EEUU, sí cedió datos de millones de llamadas a la NSA. Sin embargo, explicará que estos datos provenían del exterior, no dentro de España. Sólo buscaban llamadas a países con conflictos bélicos abiertos.
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