En la rueda de prensa al término del Consejo Europeo en Bruselas,
Rajoy ha señalado que su Gobierno no tiene "constancia" por el momento de que EEUU haya espiado las comunicaciones de ciudadanos o políticos españoles. Con el objetivo de "recabar información" al respecto, ha ordenado al ministro de Asuntos Exteriores y de Cooperación, José Manuel García-Margallo, que convoque al embajador estadounidense.
Es el diario EL PAÍS este viernes el que revelaba, de fuentes conocedoras de la documentación filtrada por
Snowden,
que la NSA habría rastreado las comunicaciones de miembros del Gobierno
español. El Ejecutivo teme que entre los políticos espiados figure
Rajoy o su antecesor,
José Luis Rodríguez Zapatero.
La Agencia Nacional de Seguridad de Estados Unidos (NSA) supervisó las
conversaciones telefónicas de 35 líderes del mundo, según se muestra en
un documento clasificado proporcionado al diario The Guardian por
colaboradores de Snowden. El documento, fechado en octubre de 2006,
revela que la NSA animó a altos funcionarios de la Casa Blanca, de la
secretaría de Estado y del Pentágono a compartir con sus servicios de
inteligencia sus agendas electrónicas para que la agencia pudiera
agregar los números de teléfono de los líderes políticos extranjeros en
sus sistemas de vigilancia.
La sospecha de que los servicios de inteligencia de EEUU espiaron el móvil de la canciller alemana,
Angela Merkel,
marcó el inicio de la cumbre de líderes de la UE celebrada en Bruselas.
"Espiar a los amigos es totalmente inaceptable", aseguró Merkel a su
llegada a la cumbre. Posteriormente, en rueda de prensa, la canciller
apuntó que no ha cambiado su comportamiento a la hora de comunicarse y
dijo que lo importante ahora es que se cree de nuevo "una base para el
futuro" entre Alemania y EEUU, ya que "la confianza está dañada".
Alemania
y Francia acordaron ayer impulsar de aquí a final de año la negociación
con Washington de un marco de cooperación sobre las prácticas de los
servicios secretos, con el objetivo de "establecer reglas para el
futuro", según indicó el presidente francés,
François Hollande. La iniciativa, explicó, está abierta al resto de países europeos que quieran unirse.
La Eurocámara pidió
suspender el acuerdo sobre transferencia de datos bancarios a Estados Unidos hasta
que se aclare lo sucedido. Su presidente, Martin Schulz, reclamó
congelar las negociaciones comerciales con Washington. La vicepresidenta
de la Comisión Europea,
Viviane Reding, pidió convertir la nueva directiva sobre protección e datos en "una declaración de independencia de Europa frente a EEUU".
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