Indignación parcial ante la sentencia de Estrasburgo: en España hay dos varas de medir
viernes 25 de octubre de 2013, 11:47h
Entiendo que a quien le han matado un hijo, un germano, un padre, un
sobrino o algún familiar por parte de ETA, estén desolados. Lo entiendo. Y
comprendo no solo su indignación sino su rabia. Lo entiendo.
Pero ¿qué decir ante el no cumplimiento de sus penas, miles de
años, del general Rodríguez Galindo y otros asesinos y torturadores, creadores
del Gal o miembros activos de la guerra sucia?
Se han cumplido treinta años del asesinato de los jóvenes Lasa y Zabala
y todos hemos comprobado como el general de la Guardia Civil vive tan campante
en su casa. Y eso que se le había encomendado por la sociedad proteger la vida
de Lasa y Zabala. Y luego los metió en cal viva.
Entiendo que a los familiares de los muertos producidos por la miembro de
ETA beneficiada por la sentencia de Estrasburgo estén desolados, indignados y
clamando justicia. Lo entiendo.
Pero que España entienda también que los familiares de Lasa y
Zabala opinen lo mismo de la justicia española. ¿Se entiende? No, no se
entiende por la sencilla razón que hay dos varas de medir.