No quiero que se me malinterprete, pero hay un refrán español que afirma
que "quien nace lechón, muere cochino", y son muchos los políticos de
pata negra que lo corroboran habitualmente cada vez que abren la boca
para gruñir, sobre todo aquellos que defienden unas ideologías
totalitaristas ancladas en el pasado más tétrico y aborrecible de la
humanidad. En Andalucía tenemos alguno de estos ejemplares que han
subido como la espuma en los últimos tiempos consiguiendo altos puestos
en la organización del Estado cuyos sueldos se los pagamos todos los
españoles, incluso aquellos a los que estos individuos no dudarían en
encerrarlos de por vida en un gulag por no compartir sus ideas. IULV-CA
tiene un representante andaluz en el Senado, de nombre
José Manuel Mariscal que,
es a su vez secretario general del PCA y, haciendo honor a su apellido,
se cree la reencarnación de otro conocido generalísimo ruso por el que
debe sentir verdadera veneración,
José Stalin, y suele arengar a
las masas con soflamas revolucionarias más propias de la denostada
dictadura del proletariado de su antecesor que del Estado de Derecho del
siglo XXI en el que vivimos. La última "boutade" del tal Mariscal es la
de hacer un llamamiento a "derribar al Gobierno del PP desde las
calles" por no estar de acuerdo con la ley de la reforma local. Como se
ve, al senador
Mariscal del PCA, como a
Stalin o
Beria,
otros conocidos mariscales soviéticos, le da igual lo que voten
libremente sus conciudadanos y se la trae al pairo el resultado de las
elecciones y lo que decidan las urnas. La calle es suya y de sus
camaradas, como diría en sus buenos tiempos
Manuel Fraga.
Con todo, lo peor de este asunto no es lo que haya dicho el
Mariscal de
campo del PCA, que no es sino un bocazas con ínfulas senatoriales, sino
el respaldo público que han tenido sus palabras de su superior
jerárquico, el coordinador general de IULV-CA y sucesor del
vicepresidente de la Junta,
Diego Valderas, en el cargo,
Antonio Maíllo quien ha asegurado que el Gobierno de
Mariano Rajoy "no
puede seguir gobernando", pues está "enfangado por la corrupción". Por
estas razones el PP no se tiene que "escandalizar hipócritamente,
como beata de pueblo" por unas declaraciones, las de Mariscal, que "me
parecen impecables", ya que, ha añadido, que."decía verdades como
templos". Hombre. se comprende que
Maíllo no quiera desautorizar a
su senador y le siga la corriente, pero la apostilla que ha hecho sobre
la corrupción no parece muy de recibo. Es ver la paja en el ojo ajeno y
o ver la viga en el propio. Porque, digo yo que, si
Rajoy no puede seguir gobernando por estar enfangado en la corrupción, tampoco podría seguir su ex jefe
Valderas de vicepresidente de la Junta de Andalucía junto a
Susana Díaz despues de que la juez
Mercedes Alaya haya
imputado en el fraude de los EREs a más de una treintena de
presidentes, consejeros y altos cargos que han dilapidado no treinta,
sino cientos y cientos de millones de euros del erario públco andaluz. Y
si hablamos de camaradas de IULV-CA, podemos citar desde los jamones de
Valderas a los autobuses de
Sánchez Gordillo pagados con dinero de Marinaleda, pasando por las mariscadas y los enjuagues del portavoz municipal, en Sevilla,
Antonio Rodrigo Torrijos. A
Maíllo -algunos le llaman "
Malillo"-
solo le ha faltado hacer un llamamiento a los sindicatos hermanos,
CC.OO. y UGT, para que se sumen a la algarada y saquen a sus liberados a
la calle con el fin de derrocar al Gobierno de Rajoy. Eso sí, a Susana,
ni tocarla que es la que nos da de comer.
Y es que en todas
partes cuecen habas. Mientras en Europa el Tribunal de Estraburgo echa
para atrás la llamada doctrina Parot, siguiendo al pie de la letras el
"buenismo zapateriano"·y teniendo en cuenta más los "derechos humanos"
de los asesinos terroristas que el sufrimiento y el dolor de las
víctimas y sus familiares, aquí abajo, al sur del sur, la Justicia sigue
siendo tomada, como diría
Pedro Pacheco, por un verdadero cachondeo. Así, el secretario general de UGT-Andalucía,
Francisco Fernández Sevilla,
ha vuelto a reivindicar la "militancia activa sindical frente a la
campaña muy bien orquestada que, en su opinión, padece su
organización, con ramificaciones políticas, económicas y mediáticas,
con el fin de desprestigiar al sindicato". Es decir que
Fernández Sevilla vuelve
a pedirle a sus liberados que acudan ante el Juzgado número 6 de
Sevilla para montar otro numerito coactivo y seguir insultando a la juez
Mercedes Alaya. Es lo que une a
Mariscal, Maillo y Sanchez Gordillo con
Fernández Sevilla y
Paco Carbonero.
Todos ellos se creen propietarios de unas calles que deberían de ser de
todos por más que sus afiliados y simpatizantes las ocupen cada dos por
tres haciéndole la vida imposible a la mayoría de los ciudadanos. Y
algunos de ellos sueñan, además, con poder derrocar gobernos legítimos
ocupando calles, plazas, fincas y supermercados. Es lo que hay. Y lo
peor es que, según todas las encuestas, cada vez van a tener más poder.
Agárrense que vienen curvas.
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