No era tan difícil imaginar
cuales iban a ser los efectos del encuentro en sala judicial, plasma por medio,
de Cospedal y Bárcenas, entre otros, a petición de la primera. Ni sus peores
enemigos hubieran planificado un careo retransmitido en directo y donde se dijo
como se le había, presuntamente, entregado el dinero negro. El perito caligráfico
ratificó la autoría de los papeles y que no fueron escritos en unidad de acto.
Ha sido la confirmación de que Cospedal, entre méritos propios y ajenos,
equivocaciones, mentiras, contradicciones y escándalos, se ha instalado en un
auténtico lodazal político; cada vez más perdida en su propio laberinto.
Cuando se hace un repaso de
hemeroteca y de las perlas una tras otra, que hemos oído, visto o leído,
comprobamos hasta dónde puede llegar la depravación de la vida política donde
una mentira sucede a otra con una naturalidad pasmosa. Recuerda alguien como la secretaria general del PP pedía a Rajoy que, el hoy presidiario Bárcenas, fuera
reintegrado en el partido, o la indemnización cuando estaba en nómina, o el
famoso comunicado (junio de 2009) donde se recogía que en los más de 28 años de
servicios en el partido el Sr. Bárcenas "había sido un ejemplo de
profesionalidad y buen hacer" y se reconocía que él mismo había presentado
la renuncia al cargo de tesorero, que era transitoria y que no se procedía a su
sustitución; así suma y sigue. Y qué decir sobre el recibí de los 200.000 euros
presuntamente entregados al gerente del PP de Castilla-La Mancha a cambio de la
concesión de un contrato de servicios en el Ayuntamiento de Toledo.
La película de Cospedal, presidenta de Castilla-La Mancha y secretaria General del PP, la componen
secuencias como la aplicación más dura posible de las políticas de ajuste y
recortes indiscriminados que empobrecen y disparan la exclusión social; la
represión de la protesta por las consecuencias, el rechazo y la impopularidad
de sus políticas, muchas de ellas no estaban en su programa electoral; la
utilización de la mentira permanente, el engaño y la manipulación de forma
sistemática; la de cómo aprovechar su mayoría absoluta para imponer
contrarreformas que suponen una tremenda involución en derechos y libertades;
la de atacar las reglas más básicas de la democracia para procurar mantenerse
en el poder, o la de anteponer su condición de número dos de Rajoy a los
intereses de la región.
Para colmo, las idas y venidas a los juzgados, las
tramas de corrupción investigadas por los tribunales ligadas a los casos de
presunta financiación ilegal, prevaricación, tráfico de influencias y
donaciones ilegales de su partido y el presunto cobro de sobresueldos. Alguien
da más.
Esta región, por obra y gracia
del bipartidismo y especialmente del Partido Popular, con su presidenta a la
cabeza, vive un situación de emergencia social, política, económica y
democrática insoportable. Existen razones más que suficientes para pedir la
dimisión del gobierno regional y que se convoquen elecciones, como ya hemos
hecho en ocasiones anteriores. Pero no lo van a hacer, solo se podrá acabar
políticamente con los gobiernos del PP mediante una reacción democrática a
través de una movilización social y política que consiga rearmar moral y
democráticamente la región y el país.
Daniel Martínez Sáez
Coordinador Regional de Izquierda Unida de
Castilla-La Mancha