La
vicepresidenta del Gobierno, funciones de presidenta, Soraya Sáenz de
Santamaría, ha templado gaitas respecto al plante que le dedicó el presidente
de la Generalitat, Artur Mas, porque "no era un acto convocado por el Gobierno
de España". Ahora bien, ha avisado a Mas frente a una posible declaración
unilateral de independencia: "Nosotros tenemos que hacer cumplir la
Constitución y las leyes, y lo vamos a hacer".
En
un tono premeditadamente distendido,
Sáenz de Santamaría recordó, en primer
lugar, que el acto de entrega de las Medallas de Honor y los Premios Carlos
Ferrer Salat que organiza la patronal Foment del Trabajo "es un acto que
convoca el empresariado catalán", es decir, que ni lo hace el Gobierno del
Estado ni el autonómico que preside
Artur Mas.
En
ese sentido, la vicepresidenta añadió en la rueda de prensa tras el Consejo de
Ministros que "me pareció una honra que me invitaran a entregar esos premios, y
fui. El presidente de la
Generalitat tendrá que explicar los motivos por los
que decidió declinar su asistencia y delegar en otra persona". Y aún añadió que
no le corresponde a ella misma "dar explicaciones de lo que hacen otros",
porque, en todo caso, "yo preferí estar porque mi agenda me lo permitía".
La
Generalitat ha querido explicar que Artur Mas no fue porque no recibió 'orden'
de cambio de 'personaje'; es decir, que se informó a muy última hora que no iba
el presidente del Gobierno,
Mariano Rajoy, sino la vicepresidenta, dado que
Rajoy se encontraba de camino a la Cumbre Iberoamericana que se celebra en
Panamá.
En
ese sentido, Sáenz de Santamaría, que se enteró del plante de Artur Mas cuando
aterrizó en Barcelona el avión en el que viajaba, ha dijo este viernes que aquí
no hay 'órdenes' de nada, sino que existe una norma que establece que el
vicepresidente del Gobierno ejerce de presidente en funciones en ausencia de
éste.
En
todo caso, Sáenz de Santamaría ha dejado claro que la invitación no era ni del
Gobierno del Estado, ni del de la
Generalitat ni siquiera de la Alcaldía de
Barcelona, sino de una institución tan relevante como es Foment, y que "la
labor de los gobernantes en fomentar y trabajar en un clima de lealtad y
entretenimiento".
En todo caso, y ante una posible declaración unilateral de independencia, la vicepresidenta lo tiene claro: "Nadie quiere ese
proceso" en el que se ha metido Artur Mas, un proceso del que ni el presidente de la
Generalitat sabe cómo salir. Pero por eso mismo, Sáenz de Santamaría ha dicho lo siguiente:
"Todos
tenemos que ser muy conscientes de las implicaciones de lo que hacemos. El
presidente de la Generalitat ha decidido abrir un proceso. Nosotros como
Gobierno vamos a hacer cumplir la Constitución y las leyes. Hay que mantenerse
dentro del respeto de las reglas de juego. Con lo que vi en Barcelona hago una
apelación a la estabilidad y a no abrir procesos que los que los promueven no
saben como cerrar. Nadie quiere ese proceso. Pido a todo el mundo que trabaje
por respeto a las reglas del juego".
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