Único e irrepetible. Su nombre y su obra seguirá en el recuerdo del arte de Talía y del Séptimo arte 'per omina saecula saeculorum'. Porque fue uno de los grandes/grandes de la escena española, amén de otras dedicaciones como humorista, guionista, escritor, empresario y hasta compositor musical -'Cocidito madrileño'-. Pongamos que se habla de Ignacio Fernández, el gran, el único e irrepetible Tony Leblanc.
Y, ahora, al cumplirse casi un año de su fallecimiento, uno de los lugares en que más a gusto trabajó le ha dedicado un homenaje con motivo de la inauguración de uno de sus camerinos con su nombre. Pongamos que se habla/escribe del Teatro Circo -por cierto, también único en su original género, ya que desgraciadamente se han perdido todos los demás que acogían espectáculos de ambas modalidades- de Albacete. Merced a la ímproba labor de la Asociación Nacional de Amigos de los Teatros (Amite) -que preside el jurista e intelectual
Javier López-Galiacho Perona-, 'culpable', entre otras muchas maravillosas acciones de la reconstrucción de esta sala.
Un camerino que está justo enfrente del que ya tiene otra de las personalidades grandes/grandes de nuestra escena,
María Isbert -hija del inconmensurable tarazonero de adopción
Pepe Isbert- La emotividad fue denominador común de este acto en el que estuvieron dos hijos del actor,
Julio y
Tony Fernández-, el actor
Manuel Galiana -presidente de honor de Amite, en sustitución del homenajeado-, su colega
Tony Isbert -hijo de María-, y el director de la agencia local de la Once,
Juan Jesús Sánchez, amén de
Javier López-Galiacho. Todo ello presidido por la alcaldesa de Albacete,
Carmen Bayod.Muy vinculado a AlbaceteAparte de la vinculación profesional y artística de
Tony Leblanc con Albacete -la capital económica y cultural de Castilla-La Mancha-, el popular actor madrileño lideró un movimiento de más de 200 compañeros para recuperar el Teatro Circo, que estaba abandonado desde 1985 por los poderes públicos y corría el riesgo de derrumbarse. Después, con la lucha de la extinguida Asociación de Amigos del Teatro Circo -también liderada por López-Galiacho y transformada después en la actual Amite-, se obró el milagro y este recinto construido en 1887 fue reinaugurado en 2002 por la Reina.
Por esta implicación con el Teatro Circo y con Albacete, el grupo de Amite le nombró presidente de honor, aparte de que el Premio Pepe Isbert -que otorga Amite y es el más prestigioso de los que se conceden en el mundo de la escena- le llegó en su segunda edición, en 1997. Un galardón que ya figura en el currículo de otros grandes/grandes, como el propio Manuel Galiana o la actriz
Amparo Baró, que recibirá su estatuilla, correspondiente a la XVII edición el próximo 26 de octubre.