viernes 18 de octubre de 2013, 07:29h
El
liberalismo conservador cree en la gestión eficiente y eficaz; en el control
estricto, casi científico, del gasto público para No gastar más de lo que se
ingresa. El ideario básico del PP coincide con el ideario básico de todos los
partidos conservadores occidentales: reducir el gasto público, bajar los
impuestos, estructurar la administración como una empresa y aplicar el
principio lo Privado es mejor.
Nacho
Villa, periodista autodeclarado liberal conservador, tiene el sueldo
público más alto del funcionariado castellano manchego: 120.000 euros al año
por dirigir la televisión autonómica. Poco antes de saberse aupado al primer
nivel de gestión empresarial, hizo una defensa cerrada y larga contra todas las
Televisiones Públicas, especialmente las autonómicas, y acabó declarando que si
dependiera de él las cerraría todas por ruinosas.
Cuando
después la presidenta Cospedal le ofreció la dirección de su tele pública,
Nacho Villa no sintió una punzada en la conciencia. No recordó sus recientes
declaraciones. No reconoció sus muchos años ante los micrófonos de la Cope
ensalzando las bondades del sistema liberal de gestión. Solo se le hizo el culo
pepsicola, como solía decirse, al oír la pingüe soldada.
En
ClaM hay 238.590 personas desempleadas y de ellas 147.580, el 61'2%, provienen
del sector servicios, es decir, hostelería, mensajería, autónomos.
Nacho
Villa no tiene conocimientos ni experiencia en gestión empresarial. La
presidenta tampoco. Tal vez por eso los ingresos de TV Castilla la Mancha son
solamente de 1'7 millones de euros.
Lo
que no se explica, y tampoco requiere conocimientos de gestión, es por qué solo
en sueldos la dichosa televisión reparte 13 millones de euros. Tampoco se
explica por qué esta tele tiene subvenciones públicas por 34 millones con
solamente un 3,8% de la audiencia.
¿Quién
gestiona? ¿Cuál es la diferencia con lo que había antes? ¿Dónde está el ideario
del PP que sería de aplicación?
Castilla
la Mancha debe 8'3 millones de euros al pueblo de La Solana. En estos
días el alcalde ha recibido una transferencia bancaria ¡por un céntimo de euro!
El
coste mínimo establecido para una transferencia bancaria es 2'5 euros. ¿Quién
es el cabeza de chorlito que ordenó esa transferencia? ¿Cuántos memos han
tomado parte en la larga cadena que va desde que se ordena el pago hasta que un
trabajador bancario le da curso? ¿Nadie, ni uno solo, advirtió que el coste era
inasumible? ¿Nadie en aquella santa casa de la Fuensalida recordó que existen
las transferencias agrupadas?
Doce
millones de españoles, uno de cada cuatro, viven en situación de pobreza y
exclusión y casi tres millones están en situación de pobreza severa.
El
mismo día que se ha cortado la capacidad de gobierno de los ayuntamientos, el
gobierno, casi de tapadillo, entregó en Bruselas su previsión para 2014 y 2015:
un nuevo plan de recortes por valor de 16.092 millones de euros: 3.000 MM en
empleo público, 1.000 millones en gasto social, 2.000 millones en gasto de la
Seguridad Social y 8.000 millones en ayuntamientos y administraciones locales.
Es
completamente imposible tal nivel de recortes sin tocar sanidad (40% del
presupuesto) y educación (20%). La sanidad no se va a privatizar; sin
presupuesto, simplemente se deteriorará a ojos vista y la privada se volverá
hegemónica. Lo que si volverán a hacer es bajar las pensiones y echar mano del
ya maltrecho fondo de pensiones.
Montoro
tendrá que subir el IVA y la deuda superará el 100% del PIB pero, de alguna
manera, intentarán que parezca bueno. Tal vez llamen a Botín, ese nuevo
animador de velorios.
Ha
bastado una legislatura para desmontar todo lo conseguido en seis décadas, tres
de ellas en democracia. Ni pensar en reformar la constitución dicen, pero los
derechos esenciales recogidos en ella sobre vivienda, trabajo, educación y
sanidad se diluyen como azucarillos. ¿De alguna manera, no es eso también
modificar la constitución?
Nuestro
problema no es la derecha ni la izquierda, es la mediocridad. No estamos en
manos de malvados sino de chapuceros; de gente capaz de pagar 13 millones en
salarios en una empresa que factura 1'7 y subvencionarla con otros 34. Estamos
en manos de individuos capaces de pagar 2'5 euros por algo que vale un céntimo
y gritar que gestiona bien.
Y
seguimos aguantando. ¿Por qué?
@manuelpascua