La verdad busca la luz a través de un camino
largo y una puerta estrecha, escribió Primo Levi sobre las atrocidades del
nazismo.
En el caso español, al otro lado de la puerta
no nos espera el gobierno del reino de España y tampoco el Tribunal Supremo
sino la justicia argentina (el Juzgado Nacional nº 1 de Buenos Aires), Amnistía
Internacional y el grupo de trabajo de la Organización de Naciones Unidas sobre
Desapariciones Forzadas.
Cuatro décadas de dictadura y opacidad que
encontraron correlato en la ley de Amnistía de 1977 y en los consensos que
trabaron la transición, han impuesto una ley de silencio en instituciones y
clase política que persistiendo durante los últimos 35 años, lastra la democracia
que la mayoría social queremos y niega a las numerosísimas víctimas del antiguo
régimen verdad, justicia y reparación.
En abril del año 2010 se inició la demanda
contra la impunidad del franquismo ante el Juzgado Nacional en lo Criminal y
Correccional Federal nº1 de la República Argentina, a cargo de la jueza Doña
María Servini de Cubría, por genocidio y crímenes de lesa humanidad cometidos
en España entre el 17 de julio de 1936 y el 15 de junio de 1977. Esa demanda es
conocida como la Querella Argentina.
Antes, durante y después, se habían sucedido
reclamaciones ante instancias de la ONU, El Tribunal Europeo de Defensa de los
Derechos Humanos y, de nuevo, el Tribunal Supremo de España. En lo que respecta
al último caso, el 3 de marzo de 2011, la Plataforma Contra la Impunidad del
Franquismo, solicitó "el auxilio del TS
para hacer posible el cumplimiento de las normas del Derecho Internacional que
demandan la justa y debida investigación de las decenas de miles de
desapariciones forzadas llevadas a cabo según un plan de exterminio de
republicanos trazado en la Guerra Civil y el franquismo".
La ausencia de respuestas satisfactorias por
parte del Tribunal Supremo es bien conocida y explicable por la herencia de un
pasado cerrado en falso que mediante sus argumentaciones contribuye a mantener cerrado bajo siete llaves. Las argumentaciones
del Supremo Tribunal fueron difundidas el pasado domingo por la periodista
Natalia Junquera que nos recordaba el totum revolutum exhibido por el TS en la
sentencia contra Garzón en términos de "vigencia de la ley de Amnistía", glosa
de su "evidente sentido de reconciliación" y calificación de los hechos de
"delitos comunes y prescritos".
Ese dogma acuñado en la transición que
prácticamente solo ha combatido con radicalidad el amplio archipiélago del
memorialismo antifranquista del que formo parte, ha blindado ideológicamente a
los padres de la Constitución de 1978, a sus herederos políticos y constituye
una de las sordinas que empiezan a caer por su propio peso.
En realidad ese dogma entraña una lógica
desafortunada, tan complaciente con los verdugos como injusta con sus víctimas:
si Franco murió en la cama...esperemos a que el franquismo se extinga. Es decir,
alarguemos el camino y mantengamos cerrada a cal y canto la estrecha puerta.
Pertenezco a una generación que gestó la
última oleada de oposición clandestina al franquismo, es decir a la algunos
analistas llaman la generación TOP,
gentes que participamos en la apertura de un nuevo ciclo de desgaste de la
dictadura durante su crepúsculo. Impusimos, con todas la limitaciones del
momento, los derechos de asociación clandestina (en sindicatos y partidos), de
manifestación y de huelga, de expresión, desde imprentas clandestinas y
entrañables publicaciones legales como Triunfo, Cuadernos o Índice. Y pagamos
nuestros desafíos con detenciones, torturas y cárcel. En otros casos, nuestra
gente fue asesinada: en la Dirección General de Seguridad como Ruano,
agarrotada como Antich, fusilada como Baena y Otegui...Y los asesinatos
siguieron, incluso cuando la llamada transición estaba en marcha: Yolanda
(yolglez.wordpress.com) ha vuelto al presente tras descubrirse que su asesino
en 1980, Emilio Hellín, miembro de las fascistas Fuerza Nueva y Batallón Vasco
Español, desarrollaba estelar carrera profesional como asesor (los más cínicos dicen que solo "técnico") de fuerzas de
seguridad del estado... No es complicado entender nuestra indignación ante la
impunidad de torturadores y asesinos que constituyen la cara parda de nuestra
generación, que no son entregados a la justicia que los reclama (Pacheco
conocido entonces como Billy el Niño,
Muñecas...) u otros que como Ángel Lozano López, antiguo agente de la policía
política (BPS) a pesar de haber sido denunciado como torturador fue condecorado
en La Línea, con la Medalla al Mérito de la Ciudad hace solo unos días (andaluces.es//4.10.2013).
El mundo al revés, la inversión de la idea
democrática.
Estos días, con las primeras demandas de
extradición promulgadas por la Querella Argentina (www.lacomunapresxsdelfranquismo.org)
se abre por primera vez en el mundo la vía del juicio al franquismo. De ahí el
inmenso interés por esa puerta abierta en base al carácter imprescriptible de
los crímenes de lesa humanidad y genocidio y de ahí también el impacto de la
llamada realizada por la Comisión de Desaparecidos de la ONU a derogar los
aspectos de la ley de Amnistía de 1977 que contravienen los principios
superiores del Derecho Internacional.
Las demandas de extradición de cuatro
torturadores, de los que solo quedan vivos el ex guardia civil Jesús Muñecas
Aguilar y el ex inspector José Antonio González Pacheco, destacan los primeros
imputados de un proceso de envergadura, un proceso que va a muscular la base
social del mismo, el memorialismo y sus aliados.
Porque esas primeras demandas de extradición
son solo la cresta del iceberg. Recordamos que en lista de espera se encuentran
ex ministros de la dictadura vivos Martín Villa, José Utrera Molina...) y
procesables como responsables de dar conformidad a sentencias de penas de
muerte dictadas por tribunales ilegales e ilegítimos.
Pero los imputados serán muchos y en ámbitos
muy diversos. Baste decir que la Coordinadora estatal de Apoyo a la Querella
Argentina, agrupa al día de hoy a decenas de Asociaciones que trabajan en
ámbitos geográficos distintos y se ocupan de temáticas diferentes. (www.ceaqua.org).
Las asociaciones ocupadas en esclarecer y
procesar culpables del robo de más de 30.000 recién nacidos, denuncian redes
médicas y religiosas implicadas en esas monstruosas "adopciones" ilegales. (Todos los niños robados son también mis
niños...)
Las denuncias de asociaciones como ARMH,
reclaman en nombre de más de 100.000 desaparecidos.
La Comisión de Memoria Libertaria de CGT se
querella frente a empresas beneficiarias
(y empresas herederas de las mismas) que explotaron el trabajo esclavo
en obras públicas, en industrias extractivas (Dragados, Cementos Portland,
Construcciones ABC, Banús, Cementos Asland, Duro Felguera, o Metro de Madrid...)
(www.vientosur.info).
En definitiva, si por extraño "imperativo
coyuntural" los artífices de la transición cubrieron con algunas alfombras el
lodazal del régimen franquista, las alfombras ya están pudriéndose y empieza la
hora de la verdad, la justicia y la reparación por que, ciertamente, "no
dejaremos al franquismo en paz".
Acacio Puig. Preso
político del franquismo, condenado por el TOP a 5 años de cárcel y querellante ante la justicia argentina. Miembro de 'La Comuna', asociación de pres@os y represaliad@s del franquismo. Responderá a las preguntas de los lectores el viernes 11 de octubre a las 13:30h. Pinche aquí para enviar ya sus preguntas>>