El fracaso del Estado en la Transición
miércoles 02 de octubre de 2013, 20:06h
La verdad es que ver el país en vilo, porque a la más alta
magistratura del Estado se le rompe la cadera, mientras que los dos partidos
turnantes van dándose palos como los medio gigantes de Goya, uno más poderoso
que el otro, mientras a su alrededor los diecisiete reinos de taifas, se
dedican a hacerse la puñeta unos a otros, y un par de ellos Euzkadi y Catalunya
al resto de los españoles, episodios tan desgraciados, como darle la medalla de
oro a Eguin, el diario fundado por ETA y, los otros jugando de mala manera a la
independencia e intentando arrastrar a
Valencia y mi tierra balear( véase que ahora quien que hablemos el catalán
cuando desde 1232 hablamos el mallorquín, lengua de Ramón Llull), con el dinero
que el estado Español derrocha con la Generalitat, y con Artur Más, al menos,
en comparativa con Madrid que recibe muchísimo menos y da muchísimo más. Me ha
lo ha recordado en un mail, Luis Guzmán Justicia, mi amigo liberal, siempre
atento a la Jugada, que compara lo que dijo Don Benito Perez Galdós hace 101
años con lo que ahora ocurre con la Transición de nunca acabar.
Bien podía nuestro estado Español, estudiar la
filosofía de nuestro mallorquín universal, Ramon Llull (Mallorca, c. 1232 - 29
de junio de 1315), filósofo, poeta, místico, teólogo y misionero mallorquín del
siglo XIII. Fue declarado beato por "culto inmemorial" y no por los
cauces oficiales. Su fiesta se conmemora el 27 de noviembre.
Se le considera uno de los creadores del mallorquín
literario, y uno de los primeros en usar esta lengua neolatina para expresar
conocimientos filosóficos, científicos y técnicos, además de textos
novelísticos. Se le atribuye la invención de la rosa de los vientos y del
nocturlabio. En el Ars Magna, uno de los propósitos principales de la actividad
literaria de Llull fue señalar los errores de los racionalistas como Averroes y
mostrar la verdad según la entendían los cristianos de una manera tan clara y
meridiana que incluso los musulmanes más fanáticos consiguieran apreciarla sin
posibilidad de error. Así, Llull se dedicó a diseñar y construir una máquina
lógica. De naturaleza mecánica, en ella las teorías, los sujetos y los
predicados teológicos estaban organizados en figuras geométricas de las
consideradas "perfectas" (por ejemplo círculos, cuadrados y
triángulos). Al operar unos diales y palancas, girando manivelas y dando vueltas
a un volante, las proposiciones y tesis se movían a lo largo de unas guías y se
detenían frente a la postura positiva (certeza) o negativa (error) según
correspondiese. Según Llull, la máquina podía probar por sí misma la verdad o
mentira de un postulado. Maquina que deberían utilizar los "mentirosos",
oficiales voceros de los partidos "turnantes y tunantes" PP, PSOE; CIU;PNV;
E.R; Amaiur y Bildu para demostrar donde está la verdad a los ciudadanos
españoles, asombrados permanentemente por la ruina a que nos ha llevado nuestro
famoso estado del Bienestar, que ninguno se atreve a decir, como lo ha hecho
Holanda que esa mixtica socialdemócrata y socialista, no solo no es sostenible
sino que ya se preveía que iba a acabar mal, pues no se puede gastar más de lo
que se tiene o produce. En 1982 en un folleto del Club Liberal, editado bajo la
figura del lince ya predecía yo, la ruina en la que está la Sanidad y la
Seguridad Social y a la que no se hubiera llegado si hubiera seguido siendo un
sistema de aseguración y no de reparto, como el que se adoptó colándose todos
los que no habían pagado sus seguros al completo.
Don Benito
Pérez Galdós (Las Palmas de Gran Canaria, 1843 - Madrid, 1920) Novelista,
dramaturgo y articulista español. Benito Pérez Galdós nació en el seno de una
familia de la clase media de Las Palmas, hijo de un militar. Recibió una
educación rígida y religiosa, que no le impidió entrar en contacto, ya desde
muy joven, con el liberalismo, doctrina que guió los primeros pasos de su
carrera política. Su primera novela, La sombra, de factura romántica, apareció
en 1870, seguida, ese mismo año, de La fontana de oro, que parece preludiar los
Episodios Nacionales. Dos años más tarde, mientras trabajaba como articulista
para La Nación, Benito Pérez Galdós emprendió la redacción de los Episodios
Nacionales. En 1886, a petición del presidente del partido liberal, Sagasta,
Benito Pérez Galdós fue nombrado diputado de Puerto Rico, cargo que desempeñó,
a pesar de su poca predisposición para los actos públicos, hasta 1890, con el
fin de la legislatura liberal y, al tiempo, de su colaboración con el partido.
También fue éste el momento en que se rompió su relación secreta con Emilia
Pardo Bazán e inició una vida en común con una joven de condición modesta, con
la que tuvo una hija.
En un fragmento
del libro de Benito Pérez-Galdós"La fe nacional y otros escritos sobre
España", publicado en 1912 (Época
de Alfonso XIII):
"Los dos
partidos, que se han concordado para turnarse pacíficamente en el Poder, son
dos manadas de hombres que no aspiran más que a pastar en el Presupuesto.
Carecen de ideales, ningún fin elevado los mueve; no mejorarán en lo más mínimo
las condiciones de vida de esta infeliz raza, pobrísima y analfabeta. Pasarán
unos tras otros, dejando todo como hoy se halla, y llevarán a España a un
estado de consunción que, de fijo, ha de acabar en muerte. No acometerán ni el
problema religioso, ni el económico, ni el educativo. No harán más que
burocracia pura, caciquismo, estéril trabajo de recomendaciones, favores a los
amigotes, legislar sin ninguna eficacia práctica, y adelante con los
farolitos... Si nada se puede esperar de las turbas monárquicas, tampoco
debemos tener fe en la grey revolucionaria (...)
No creo ni en los
revolucionarios de nuevo cuño ni en los antediluvianos (...) La España que
aspira a un cambio radical y violento de la política se está quedando, a mi
entender, tan anémica como la otra. Han de pasar años, tal vez lustros, antes
de que este Régimen, atacado de tuberculosis ética, sea sustituido por otro que
traiga nueva sangre y nuevos focos de lumbre mental"
Comentario actual
de Luis Guzmán Justicia, año 2013:¡¡O tempora, o mores!! ( tal como se
lamentaba el gran Marco Tulio CICERÓN, hace más de 2.000 años) .¿Acaso habremos de esperar 100, o tal
vez 500 años más ("si los hados del
destino nos son favorables") para que nazcan personas más sabias, más
honestas, y donde la perfidia y la corrupción desaparezcan?.¿Será esto
realmente posible?. ¿No es esta una tarea casi hercúlea y muy difícil de
lograr, teniendo como soporte la naturaleza nada angélica que tienen los
homínidos?. Mientras tanto, se evidencia que la estructura del Estado no parece ser la solución, sino que el
Estado es el problema. Parece muy conveniente replantearse, para fechas muy
próximas, cuál deberá ser la auténtica
Dimensión del Estado, pues todo lo que pretende ejecutar implica elevadísimos
costes, para lograr siempre muy magros resultados. ¿Estado, para qué?. Y en este dilatado interim, ¡Pobres
ciudadanos españoles!, pues son quienes
asumen todos los costes, con
rendimientos paupérrimos.
"Quousque tandem, "ESTADO", abutere patientia
nostra". La mía, se ha me ha ya terminado hace ya, muchos años.
PRESIDENTE DE CLUBS Y FUNDACIONES LIBERALES. COMMODORE OF IBERIA OF IYFR.
MIEMBRO
ASOCIADO DE ALIANZA LIBERAL EUROPEA (ALDE), PREMIO 1812
Presidente de clubs y fundaciones liberales. Miembro asociado de Alianza Liberal Europea (ALDE). Premio 1812 (2008). Premio Ciudadano Europeo 2013. Medalla al Mérito Cultural 2015. Psicólogo social. Embajador de Tabarnia. Presidente del partido político constitucionalista Despierta.
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Comentarios
Últimos comentarios de los lectores (1)
24072 | Pikertom - 03/10/2013 @ 15:35:13 (GMT+1)
O sea, si lo he entendido bien, la culpa de la crisis y sus desastrosas consecuencias la tiene el Estado del Bienestar (aquí, en España! el estado del mini Bienestar, así, con minúsculas, con muchas minúsculas). La Banca, la avaricia de las multinacionales, los despropósitos corruptos de los malos empresarios, la burbuja inmobiliaria, las políticas liberales y neoliberales.... Eso, claro esta, según su experta opinión, no tiene nada que ver con la crisis. Lo tiene el estado del mini bienestar. ¡Tiene usted más cara que cemento!, señor liberal.
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