lunes 30 de septiembre de 2013, 10:16h
Una
señora que, según parece, ocupa el número dos en la plantilla "orgánica" del
PSOE, se atrevió a quitar importancia a las opiniones de algunas personalidades
políticas de su partido, mucho más importantes para la opinión pública que
ella, que se habían manifestado contrarias a esa entelequia de "reforma
federal" con la que el eventual equipo socialista intenta nadar entre dos aguas
en relación con la proyección socialista en Cataluña.
Esta
señora, Valenciano, aparentemente más joven en edad, aunque más vieja en ideas,
calificó a aquellas personalidades como "vieja guardia" con intención
peyorativa o desactivante. El término "vieja guardia", de origen militar y
napoleónico, hace referencia a aquellas unidades de la guardia imperial
formadas por veteranos, con experiencia en el combate y valor acreditado. Lo
que se dice viejos no debían de ser quienes ejercían de soldados en activo
sino, más bien, valiosos veteranos. Y ya se sabe que, en los ejércitos, la
veteranía es un grado.
Pero,
para esta señora, lo importante no es el valor o la experiencia sino la
circunstancia accidental de "ocupar cargos orgánicos" que, según ella,
significa estar "a pie de calle". Después de los desastrosos resultados
electorales conseguidos por los equipos que ocupan "cargos orgánicos" en el
PSOE de nuestros días, no parece que estos equipos estén "a pie de calle" más
que en la acera de la calle de Ferraz. Eso sí, dirigidos por un discutido e
inestable líder de la despreciada "vieja guardia" llamado Pérez Rubalcaba que,
como otros políticos limitados de otros partidos, ha reusado la compañía de la
"vieja guardia", no para promover una vigorosa y prometedora "joven guardia",
sino para alejar de las cercanías a cualquier notable capaz de hacerle sombra y
rodearse de nulidades sin prestigio para intentar sustituirlo.
Si
la señora Valenciano y compañía estuviesen, de verdad, "a pie de calle", podría
percibir que si el mismo señor Pérez Rubalcaba fuese capaz de presentarse con
un proyecto de gobierno al que avalasen personas como Bono, Leguina, Almunia, Vázquez,
Belloch y hasta los históricos González y Guerra, tendría muchas más
posibilidades de éxito "a pie de calle" que con el lamentable aparato ejecutivo
de que forma parte la señora Valenciano, algo más joven de edad y algo más
vieja de ideas. Todas las personas citadas y otras de la "vieja guardia" están
en "edad de merecer", es decir, en la edad propia de los políticos "sénior" de
cualquier democracia madura, solida y solvente. A quien le falta solidez y
solvencia es a esa pretendida nueva tropa que representa la señora Valenciano y
que no tiene ni vigor de juventud ni
firmeza de guardia.
Esto
lo vemos claro quienes, desde fuera, no tenemos ninguna tentación de votar
socialista, ni joven ni viejo, pero sí veríamos con mucho más respeto y hasta
con cierto temor a un socialismo maduro, leal a la unidad de España y
cooperador en la estabilidad de las instituciones de nuestro Estado y de
nuestra Constitución. Un socialismo capaz de cooperar desde la izquierda como
freno contra cualquier forma de separatismo sería un rival estimable para
cualquier otra fuerza desgastada por los recortes sociales de la crisis. Pero,
mientras sigan anunciando "federación" en vez de decir "España", sin saber lo
que quieren hacer con un sistema autonómico que, por estar súper federalizado
en forma asimétrica, aparece como destartalado, son gentes que no pueden soñar
en crecer electoralmente. Los únicos que les van a agradecer su ambigüedad mal
calculada son aquellos nacionalistas o separatistas que jamás van a votarlos.
Lo del federalismo no sirvió para nada, ni en tiempos de la I República que, en
un solo año, pasó de federalista a cantonalista. Si un republicanismo federal
es la oferta insinuada como el nuevo horizonte de la plantilla "orgánica" del
PSOE, hay que pensar que es una plantilla anticuada, que nunca servirá para una
gran coalición, como la que intenta la señora Merkel, sino para hundir a un
partido histórico. Derecho a decidir por no decir derecho a dividir a España y
a su propio partido. Los votos perdidos por esta "joven guardia" socialista son
recogidos sin esfuerzo por la "vieja guardia" de Izquierda Unida. Paradojas de
la vida: La "joven guardia" está vieja y la "vieja guardia" se mantiene joven.
Ex diputado y ex senador
Gabriel Elorriaga F. fue diputado y senador español por el Partido Popular. Fue director del gabinete de Manuel Fraga cuando éste era ministro de Información y Turismo. También participó en la fundación del partido Reforma Democrática. También ha escrito varios libros, tales como 'Así habló Don Quijote', 'Sed de Dios', 'Diktapenuria', 'La vocación política', 'Fraga y el eje de la transición' o 'Canalejas o el liberalismo social'.
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elorriagafernandezhotmailcom/18/18/26
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