El gatopardo en San Telmo
miércoles 25 de septiembre de 2013, 08:10h
Uno puede entender las urgencias que le entraron a Pepe
Griñán para abandonar la Presidencia de la Junta sabiendo, como sabía, que
la juez Mercedes Alaya preparaba para principios de septiembre un
terrorífico auto en el que le señalaba a él y a su antecesor en el cargo, Manuel
Chaves, como responsables últimos de la trama de los EREs fraudulentos.
Hasta ahí no hay mucho que explicar porque todo está bastante claro y su fuga
era más que predecible. Lo que ya no entiendo tanto es que, teniendo como tenía
algunos compañeros de partido lo suficientemente preparados como para poder
sucederle con las garantías suficientes de eficacia y responsabilidad (veáse el
caso del ex consejero Luis Planas) montó el paripé de las pseudoprimarias
teledirigidas para dejarle el puesto en bandeja a su ahijada Susana Díaz.
Porque, claro, si él se hubiese quedado en la sombra en Sevilla para seguir
manejando los hilos de la Junta hubiese sido comprensible que pusiera en San
Telmo a una marioneta manejada desde la calle San Vicente, pero su huída a
Madrid como senador autonómico y su más que posible futuro relevo en la
Secretaria General del PSOE-A, convierten esta maniobra política en
innecesaria, arriesgada e incomprensible. Porque es más que evidente que el
único valor que arrastra Susana Díaz es que puede ser una buena
candidata socialista para las próximas elecciones andaluzas en unos momentos en
los que la oposición popular se encuentra bastante despistada. Por lo demás, el
"parto de los montes" de su nuevo Gobierno ha sido un más de lo mismo
en el que ha faltado pulso, juventud, ideas, renovación y nuevas figuras que
aporten el necesario impulso que exige y necesita Andalucía para salir del
bucle melancólico, la mediocridad y el atraso en el que se haya sumida.
Y es que el nuevo Ejecutivo que regirá los destinos andaluces hasta el 2016 si
es que finalmente Susana decide agotar la Legislatura y que lleva ya más de
veinte días gobernando no es sino una especie de gazpacho mal elaborado en el que
se mezclan tomates demasiados maduros y rancios como los ex consejeros de
Griñán (la propia Susana Díaz, María Jesús Montero, Luciano
Alonso y Emilio de Llera) con pimientos amargos como son los ex
alcaldes y ex concejales cuestionados o controvertidos (Manuel Jiménez
Barrios, Elena Víboras, María Jesús Serrano y Maria José
Sanchez Rubio), con un pepino "manido" como el consejero de
Economía, Innovación, Ciencia y Empleo, cuya extraña e intempestiva huída
"por cansancio" de la Autoridad Portuaria de Málaga está aún por
explicar (José Sánchez Maldonado) y con el necesario aditivo de
ajos pasados de fecha de los "camaradas" de IULV-CA (Diego
Valderas, Elena Cortés y Rafael Rodríguez). Una amalgama
intragable regada con aceite de oliva de reparto territorial y vinagre con
excesivo sabor a "aparato socialista" a la que habrá que darle
esos cien días de tregua y confianza que se suelen pedir. La primera impresión
que se tiene es que Giuseppe Tomasi di Lampedusa ha entrado en San Telmo
y ha propagado por todos los rincones del antiguo Palacio de los Montpensier,
Universidad de Mareantes y Seminario Diocesano su conocido lema de El
Gatopardo, ya saben aquel que dice, "Que todo cambie para que todo siga
como está". Y lo primero que dicen que ha hecho Susana ha sido cambiar
los muebles del antiguo despacho de Pepe Griñán que les parecían
demasiado serios y antiguos. Ya se sabe que Susana es mucho más moderna de Ikea
y del minimalismo decorativo. Corren rumores de que está embarazada. De ser
verdad, le damos desde aquí la enhorabuena. Sería todo un éxito que adelantara
las elecciones andaluzas para celebrarlas con las Europeas y sembrara Andalucía
de retratos con la tripita. Seguro que sería un buen reclamo para llevarse un
buen puñado de votos.
Mientras tanto, el PP sigue mareando la perdiz y Génova no se decide a señalar
un candidato claro para Andalucía. Se habló en principio de Miguel Arias
Cañete, que ha quedado descartado por iniciativa propia, se habla ahora de
la ministra Fátima Báñez. Si quieren que les sea sinceros yo apuesto más por
alguien de aquí como el secretario general del PP-A, José Luis Sanz, la
delegada del Gobierno en Andalucía, Carmen Crespo o el alcalde de
Córdoba, José Antonio Nieto. Sería muy difícil que el PP volviera a
ganar las elecciones como hizo en 2012, y aunque lo consiguera, parece claro
que la suma de PSOE e IULV-CA, volvería a darle el Gobierno a los socialistas.
El candidato o candidata, sea al final el que sea, debe tener claro que el día
después de los comicios será simplemente el líder de la oposición en el
Parlamento andaluz. De ahí que nadie quiera "quemarse" y continúen
las quinielas. Claro que convendría que se pusiesen las pilas porque Susana
lleva ya varios meses de campaña y tiene a su servicio todos los medios que le
da la Presidencia de la Junta, que son muchos y muy poderosos.