Una gesta de pionero
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Mercedes-Benz Clase L Intelligent Drive |
El Clase S INTELLIGENT DRIVE sigue los pasos de Bertha Benz de forma autónoma
Conducción autónoma en un recorrido de larga distancia
por carretera abierta y en tráfico urbano
lunes 16 de septiembre de 2013, 20:20h
Durante el mes de agosto de 2013, el vehículo experimental S 500 INTELLIGENT DRIVE ha demostrado en un trayecto de relevancia histórica que es posible una conducción autónoma, también en carretera abierta y en tráfico urbano. Es la primera vez en el mundo que un fabricante de automóviles presenta un vehículo de este tipo. La ruta de unos 100 kilómetros que lleva de Mannheim a Pforzheim fue la misma elegida por la pionera Bertha Benz, que emprendió con este trayecto el primer viaje de larga distancia a bordo de un automóvil hace ahora exactamente 125 años.
El
denso tráfico del Siglo XXI puso a prueba las aptitudes de conducción sin
conductor de la berlina de la Clase S, que tuvo que afrontar de forma autónoma
situaciones de alta complejidad como semáforos, rotondas, peatones, ciclistas y
tranvías. Un hecho notable: para lograr
este éxito no ha sido necesario recurrir a una tecnología especial de alto
coste, sino solamente a técnica próxima a la producción en serie, muy similar a
la incorporada actualmente en los modelos de serie de la nueva Clase E y la
Clase S. Con ello, el proyecto marca un hito importante en la vía de desarrollo
del vehículo apto para moverse por sí mismo (automóvil) al vehículo capaz de
conducir sin intervención humana (autónomo).
En
el mes de agosto de 1888, Bertha Benz emprendió una singladura que la haría
famosa: el primer recorrido de larga distancia a bordo de un automóvil, de
Mannheim a Pforzheim. Con esta gesta, la esposa de Carl Benz acreditó la
idoneidad del vehículo patentado a motor para el uso cotidiano y allanó el
camino a la difusión del automóvil en todo el mundo. Exactamente 125 años más
tarde, en agosto de 2013, Mercedes-Benz completó en la misma ruta otra gesta de
pionero, no menos espectacular: el vehículo experimental S 500 INTELLIGENT
DRIVE, desarrollado a partir de la nueva Clase S, recorrió de forma autónoma
los 100 kilómetros que separan Mannheim de Pforzheim. A diferencia de Bertha
Benz, el vehículo no pudo utilizar rutas solitarias para su desplazamiento,
sino carreteras y calles con tráfico denso y situaciones complejas de
conducción.
Conducción
autónoma con sensores próximos a la producción en serie
El
vehículo experimental Mercedes-Benz S 500 INTELLIGENT DRIVE utilizado en este
proyecto está equipado con sensores próximos a la producción en serie. Mediante
una evolución de los sensores incorporados ya hoy en la nueva Clase S, los
responsables de Desarrollo han enseñado a este prototipo a averiguar dónde se
encuentra, a interpretar lo que ve y a saber cómo reaccionar con autonomía:
equipado con un «piloto de ruta» altamente automatizado, el automóvil encuentra
siempre el trayecto adecuado, incluso en el denso tráfico urbano e interurbano.
«Los
vehículos autónomos constituyen un paso importante hacia una conducción sin
accidentes», añade Zetsche. «Esta técnica aumentará una vez más el confort y la
seguridad de todos los usuarios de la vía. Los vehículos autónomos reaccionan
también cuando el conductor está distraído, o no se da cuenta de un hecho
relevante, y pueden asumir tareas de conducción complicadas y difíciles.»
Conducción
autónoma en varios niveles
Las
ventajas esenciales de la conducción autónoma son evidentes: llegar al destino
relajado, con rapidez y seguridad. Un
vehículo autónomo puede asistir al conductor y asumir molestas tareas
repetitivas, especialmente en recorridos rutinarios, en retenciones, en
autopistas llenas con limitación de velocidad y en zonas con accidentes
frecuentes. Por otro lado, no queremos renunciar a la experiencia de conducción
y al placer de manejar personalmente el vehículo. «Nuestros sistemas autónomos
constituyen una oferta para el conductor, le prestan asistencia y le facilitan
el trabajo. Por otro lado, quien desee conducir personalmente su vehículo puede
hacerlo hoy y podrá hacerlo también en el futuro», subraya Weber, responsable
de Desarrollo en la Junta Directiva de Daimler. «Al mismo tiempo, no cabe duda
que la conducción autónoma no se hará realidad de la noche a la mañana, sino de
forma sucesiva. Este recorrido constituye un nuevo paso importante de cara al
futuro.»
Se
distinguen tres niveles de conducción autónoma, definidos por un grupo de
trabajo de la Asociación Alemana de la Industria Automotriz (VDA) en
cooperación con la Oficina Federal Alemana de Circulación por
Carretera: conducción semiautomatizada, altamente automatizada y completamente
automatizada.
·
En la conducción semiautomatizada, el conductor debe
supervisar permanentemente las funciones automáticas, y no puede dedicarse a
actividades diferentes de la conducción.
·
En la conducción altamente automatizada, el
conductor no tiene que supervisar permanentemente el sistema. Por lo tanto,
puede asumir actividades diferentes de la conducción, pero de forma
restringida. El sistema reconoce por sí mismo sus límites, y devuelve en caso
necesario la tarea de conducción al conductor con un margen de tiempo
suficiente.
·
En la conducción completamente automatizada, el
sistema puede resolver con autonomía todas las situaciones; el conductor no
tiene que supervisar el sistema y puede dedicarse a actividades diferentes de
la conducción. En este nivel es posible también una conducción sin que haya un
conductor a bordo.
El piloto de ruta
reacciona a múltiples situaciones en el tráfico
El
piloto de ruta en el vehículo experimental debe asumir desafíos muy variados en
las carreteras y en el tráfico urbano: rotondas, estrechamientos de la calzada
en núcleos de población con tráfico en sentido contrario, ciclistas en la
calzada, maniobras de cambio de dirección, vehículos estacionados en segunda
fila o con dos ruedas en el carril, semáforos en rojo, cruces con preferencia
para los vehículos que se acercan por la derecha, peatones que cruzan la calle
y tranvías.