sábado 14 de septiembre de 2013, 14:34h
Ciudad
irreal, bajo la parda niebla de un amanecer invernal, la muchedumbre fluía
sobre el puente...dice Eliot con ese lenguaje que aúna inteligencia y
sentimiento. Y cuando lo leo tengo que hacer una traslación de las palabras al
tiempo que habito. Pues quieren que sintamos que el país en el que vivíamos era
irreal, que era un sueño de décadas del que despertamos cuando
el agua fría de la crisis nos cayó de sopetón en la cara. Quieren que esos
indicios de estado social que nacieron, sin llegar a los de la Europa avanzada,
los sintamos como un sueño imposible.
Un sueño que encima nos sentó mal, porque
transgredía nuestro destino de plebe, vulgo, chusma, o como quiera que nos
digan allá arriba, en ese lugar desde donde se ve y se oye el mundo como una
muchedumbre molesta para la paz de los Jardines Elisios. Si seguimos como vamos
nos acercaremos a lo que refleja el filme Elisium, la realidad de una maximización
de la brecha entre ricos y pobres, que cada día es mayor.
El PP es el brazo ejecutor de éste ansia por
convertir aquel sueño en imposible. Lo que está haciendo con el Estado es el
ciego delirio de un odio al igualitarismo, que más allá del comunismo,
descubrió un papel del estado fuerte para conseguir justicia social e igualdad
de oportunidades. Y ahora, con la excusa de una crisis que ha depauperado los ingresos,
quieren realizar un viaje en el tiempo hacia ese pasado en que primaba la
caridad sobre la justicia, el señoritismo sobre la convivencia, el clasismo
sobre el respeto, el caciquismo sobre la insumisión, el designio de nacimiento
sobre la igualdad de oportunidades. Todo se hará deshojando, vaciando,
maltratando, al Estado para sustituirlo por una iniciativa privada que al final
sólo actuará para engordar sus beneficios. Ese es su papel y no otro.
Vemos como la sanidad, a pesar de los
esfuerzos de sus profesionales, se desangra. Vemos el temblor de las pensiones,
y de los ancianos, los costos prohibitivos de las residencias. Esa vieja fe en
un sistema solidario la están derrumbando. Vemos como desde el poder se quiere
desprestigiar a los educadores, el propio sistema, preparando el futuro
desembarco de los amos del balance. Y así podría seguir. Me pregunto qué harán
los que no puedan pagarse esos servicios.
Desde que tengo memoria recuerdo El Poblado,
en Puertollano, un lugar en donde vivían los trabajadores de La Fábrica. Estaba
dividido en tres partes. Arriba de la montaña, en chalets de amplias parcelas y
arboleda abundante, vivían los ingenieros. En la ladera, en adosados con jardines,
los cargos medios. Y abajo, en pequeñas casas llenas de calles sedientas de
sombra, los obreros. Lo llamábamos El Paraíso de las Clases. Hacía ahí vamos si
no se cambia el rumbo.
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Comentarios
Últimos comentarios de los lectores (2)
23704 | Rosa Paredes - 14/09/2013 @ 17:25:03 (GMT+1)
Ante tanta "desfeita" que va aconteciendo en este pais, miro al monte que tengo enfrente de mi vivienda y me voy tras él... y lo que veo no me gusta nada. Para que el lobo y las lobas se encuentren bien alimentados y no carezcan de nada que les permita vivir una vida placentera, tienen que comer al rebaño de ovejas...
Nada cambia. Ha sido, es, y seguirá...
23703 | Rosa Paredes - 14/09/2013 @ 17:10:19 (GMT+1)
Lo malo del asunto es que esta gentucilla rastrera que nos chupan la sangre día a día y nos hipotecan la vida, como sucias sanguijuelas, siguen escribiendo los renglones torcidos y "las víctimas" de esa mala escritura, no hacemos nada de nada para enmendar la plana. Siempre tendremos a "los de arriba y a los de abajo"
Gracias por tu artículo
saludos
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