España cerrará 2013 con una deuda pública sobre PIB del 95,8%
La deuda pública asfixia al gobierno de Rajoy: alcanza los 942.758 millones de euros, el 92,2% del PIB
viernes 13 de septiembre de 2013, 10:33h
La deuda pública española roza los
950.000 millones y supera el 90% del PIB, es decir cerca del billón de
euros lo que es el nivel más alto de deuda del Estado desde 1910
(recordemos que el objetivo europeo es que no pase del 60% del PIB.
Pocos lo cumplen).
La deuda del conjunto de las administraciones públicas alcanzó un nuevo
récord en el segundo trimestre del año, hasta los 942.758 millones de
euros, lo que supone ya el 92,2% del PIB y un incremento del 2,1% en
relación con el trimestre anterior, según los datos del Banco de España. Lo peor: en tres años se ha duplicado desde los
436.984 millones de euros del 2009. En 2007, nuestra deuda era del 36%
del PIB y apenas 350.000 millones. En 2011, después de todos los planes
de estímulo y apoyo estatales, se quedó en 61% y 640.000 millones.
Las previsiones para este año son: España cerrará 2013 con un porcentaje
de deuda pública sobre PIB del 95,8%. Grecia, el país más endeudado,
acabará en un 175,6% sobre el PIB. Luego viene Italia (128,1%), Portugal
(123,9%) e Irlanda (122,2%). También por encima de España aparece
Bélgica, que se situará en el 100,8%, y ligeramente por debajo el Reino
Unido, que registrará un 95,4%, y Francia y Chipre, que alcanzarán
niveles algo por encima del 93%. Por debajo de la media, Alemania tendrá
una deuda pública en torno al 80%, Hungría estará cerca del 79% y
Austria alcanzará un 75,2%, mientras Malta y los Países Bajos se
situarán ambos en un 73,8%. Los restantes países de la UE-27, 13 en
total, cumplirán en 2013 el criterio de deuda fijado en el tratado de
Maastricht (inferior al 60 %).
En el conjunto de la UE, la deuda pública aumentará 2,7 puntos, hasta el 89,9%.
No se puede ajustar la deuda y reducir el
déficit público a costa de sacrificar a la clase media y al sector
privado. Hasta el mismo presidente del Banco Central Europeo, Mario
Draghi, acaba de lanzar una indirecta a Mariano Rajoy, pidiendo
acertadamente que no se suban los impuestos en aquellas zonas "del mundo
donde ya están muy altos".
El paro y la falta de estimulos
El resultado de semejante política no se
ha hecho esperar. Como era de esperar, se estranguló el consumo y, en
consecuencia, han sido muchas las empresas pequeñas que se han visto
obligadas a cerrar sus puertas y los forzados lamentablemente a cesar en su actividad. Es completamente
lógico que, en tales circunstancias, la espiral de los desocupados se
desbocara y alcanzara esa cifra mareante de parados reflejada por la
última Encuesta de Población Activa. Según esta encuesta, con 4.698.783 desempleados al finalizar julio, alcanzamos una tasa de paro del 27,16%,
un 1,1 punto superior al del trimestre anterior.
Con el consumo bajo mínimos, la
recaudación del Estado no da para cubrir adecuadamente los gastos
corrientes, de modo que a penas si arañamos unas décimas al déficit
público. Y es que las medidas económicas adoptadas hasta ahora por un
Gobierno titubeante no han sido suficientes para detener la escalada
imparable de nuestra deuda pública. Los datos conocidos son
escalofriantes. A finales de 2007 la deuda pública española rondaba los
350.000 millones de euros, un 36,2% del PIB. Cuando terminó 2011, la
deuda alcanzaba ya los 640 millones y un 61% del PIB.
Siempre hay algo menos malo y es que, pese al fuerte aumento de la deuda
y a las incertidumbres por las elecciones italianas y el rescate de
Chipre, la mejoría de los mercados está permitiendo al Tesoro español
abaratar su financiación en las nuevas subastas. Recientemente se colocó
4.000 millones en letras a tres y nueve meses al 0,34% y el 1,06% de
tipo marginal, respectivamente, más bajos que en la subasta de hace un
mes.