Ex
altos funcionarios de la ONU y de otras organizaciones internacionales (OIT,
Unicef, Unesco) advierten sobre el peligro de una intervención armada en Siria,
recordando la necesidad de obtener el acuerdo del Consejo de Seguridad de
Naciones Unidas. "Los gobiernos sirio, iraní y ruso han hecho propuestas de
negociación que han sido tratadas despectivamente por Occidente", lamentan en
un documento al que ha tenido acceso Diariocrítico.
Diversos
ex altos cargos de organismos internacionales por la paz y la cooperación, como
los doctores Hans Christof Graf von Sponeck, Denis J. Halliday, Saïd Zulficar, Samir
Radwan, Miguel d´Escoto o José L. Gómez del Prado, han firmado un documento -al
que ha tenido acceso Diariocrítico- en el que se manifiestan contrarios a una
intervención armada en Siria y abogan por una solución de paz.
Estos
ex altos cargos de la ONU, OIT, Unicef y Unesco recuerdan cómo Estados Unidos y
sus adláteres siempre han fabricado "incidentes falsos" y utilizados para
justificar el precipitarse a la guerra: el incidente del Golfo de Tonkin, la
masacre de las incubadoras de Kuwait, la masacre de Racak en Kosovo, las armas
iraquíes de destrucción masiva o la amenaza de una masacre en Bengasi.
El
documento dice lo siguiente:
"Los
tambores de guerra vuelven a resonar una vez más en Oriente Próximo, esta vez
con la posibilidad de un inminente ataque a Siria después del supuesto uso de
armas químicas por parte de su gobierno. Precisamente en momentos de crisis
como estos es cuando los argumentos en favor de la paz son más claros y obvios.
"En
primer lugar, no tenemos pruebas solidas de que el gobierno sirio haya
utilizado armas químicas. Aunque los gobiernos occidentales hubieran
proporcionado pruebas, tendríamos que permanecer escépticos recordando los
muchos incidentes falsos o fabricados utilizados para justificar el
precipitarse a la guerra: el incidente del Golfo de Tonkin, la masacre de las
incubadoras de Kuwait, la masacre de Racak en Kosovo, las armas iraquíes de
destrucción masiva y la amenaza de una masacre en Bengasi.
Vale la pena
recordar que las pruebas que indicaban que el gobierno sirio había utilizado
armas químicas fueron proporcionadas a Estados Unidos por la inteligencia
israelí,
que no es exactamente un actor neutral.
"Aunque
en esta ocasión las pruebas fueran auténticas, esto no legitimaría una acción
unilateral por parte de nadie. Todavía se necesita la autorización del Consejo
de Seguridad para una acción militar. Quienes se lamentan de su 'inacción'
deberían recordar que la oposición china y rusa a la intervención en Siria se
debe en parte al abuso por parte de las potencias occidentales de la Resolución
del Consejo de Seguridad sobre Libia para llevar a cabo un 'cambio de régimen'
en ese país. Lo que se denomina la 'comunidad internacional', que desea atacar
Siria, se reduce a dos países (Estados Unidos y Francia) de los casi doscientos
que existen en el mundo. No es posible respetar el derecho internacional sin
respetar la opinión decente del resto de la humanidad.
"Aunque
se autorizara y llevara a cabo una acción militar, ¿qué conseguiría? No se
pueden controlar seriamente las armas químicas sin tropas de tierra, lo que
nadie considera una opción realista después de los desastres de Iraq y
Afganistán. Occidente no tiene un aliado verdadero y fiable en Siria. Los yihadistas
que luchan contra el gobierno no siente más amor por Occidente que aquellos que
asesinaron al embajador estadounidense en Libia. Una cosa es tomar el dinero y
las armas de un país y otra muy diferente es ser su genuino aliado.
"Los
gobiernos sirio, iraní y ruso han hecho propuestas de negociación que han sido
tratadas despectivamente por Occidente. Aquellas personas que afirman "no
podemos hablar o negociar con Assad" olvidan que se dijo lo mismo del Frente de
Liberación Nacional de Argelia, de Ho Chi Minh, Mao, la Unión Soviética, la
OLP, el IRA, ETA, Mandela y el CNA, y muchas guerrillas en América Latina. La
cuestión no es si se habla o no con la otra parte, sino después de cuántas
muertes innecesarias se acepta hacerlo.
"La
época en la que Estados Unidos y los pocos aliados que le quedaban actuaban
como policía global ha quedado atrás. El mundo se está volviendo más multipolar
y los pueblos del mundo quieren más soberanía, no menos. La mayor
transformación social del siglo XX ha sido la descolonización y Occidente
debería adaptarse al hecho de que no tiene ni el derecho ni la competencia ni
los medios de gobernar el mundo.
"No
existe un lugar en el que la estrategia de guerras interminables haya fracasado
más miserablemente que en Oriente Próximo. A largo plazo, el derrocamiento de
Mossadegh en Irán, la aventura del Canal de Suez, las muchas guerras israelíes,
las dos Guerras del Golfo, las amenazas constantes y las sanciones asesinas
contra Iraq y ahora contra Irán, la intervención en Libia no han conseguido
nada más que aumentar las masacres, el odio y el caos. Sin un cambio radical de
política Siria solo puede ser otro fracaso para Occidente.
"El
verdadero valor no consiste en lanzar misiles crucero simplemente para hacer
gala de un poder militar que se ha vuelto cada vez más ineficaz. El verdadero
valor reside en romper radicalmente con esta lógica mortífera y, en vez de
ello, obligar a Israel a negociar de buena fe con los palestinos, convocar una
Segunda Conferencia de Ginebra sobre Siria y discutir con los iraníes su
programa nuclear de forma honesta teniendo en cuenta la legítima seguridad y
los intereses de Irán.
"La
reciente votación del Parlamento británico en contra de la guerra así como las
reacciones en los medios sociales reflejan un giro generalizado de la opinión
pública. En Occidente estamos cansados de guerras y estamos dispuestos a
unirnos a la verdadera comunidad internacional en exigir un mundo basado en la
Carta de las Naciones Unidas, la desmilitarización, el respeto a la soberanía
nacional y la igualdad de todas las naciones.
"Los
pueblos de Occidente también exigen ejercer su derecho a la autodeterminación:
si hay que emprender guerras, se debe hacer basándose en debates abiertos y
teniendo en cuenta las preocupaciones que afectan directamente a nuestra
seguridad nacional, y no en una mal definida noción de "derecho de injerencia"
que se puede manipular y falsear fácilmente.
"Está
en nosotros y nosotras obligar a nuestros políticos a respetar este derecho a
la autodeterminación.
"Por
la paz y en contra de la intervención".
Firman
el documento, entre otros, los siguientes ex altos cargos de organismos
internacionales:
-
Dr
Hans Christof Graf von Sponeck, Secretario General adjunto de la ONU, y
Coordinador Humanitario de la ONU para Iraq (1998 - 2000).
-
Dr.
Denis J. Halliday, Secretario General adjunto de la ONU 1994-98.
- Dr.
Saïd Zulficar, funcionario de la UNESCO (1967- 1996) Director de la División
del Patrimonio Cultural (1992 -1996).
- Dr.
Samir Radwan, Funcionario de la OIT (1979 - 2003). Consejero del Director
General de la OIT sobre políticas de desarrollo (2001 - 2003). Exministro
egipcio de Finanzas de enero a julio de 2011.
- Dr.
Samir Basta, Director de la Oficina Regional para Europa de la UNICEFF
(1990-1995). Director de la Oficina de Evaluación de la UNICEF (1985-1990).
- Dr.
Miguel d´Escoto Brockmann, Presidente de la Asamble General de la ONU
(2008-2009) y ministro de Exteriores de Nicaragua (1979-1990).
- Dr.
José L. Gómez del Prado, Ex Funcionario de la Oficina del Alto Comisionado de
las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Miembro del Grupo de trabajo de
las Naciones Unidas sobre la utilización de mercenarios (2005-2011).