A las 17.14 horas, en un guiño al año en que Barcelona cayó ante las tropas de
Felipe V, el repique de las campanas de Lleida dio la señal para formar la cadena bajo el eslogan "Vía Catalana hacia la Independencia". Una cadena que pasó por sitios emblemáticos de Barcelona, como la Sagrada Familia, el Camp Nou, la Plaza de Sant Jaume y la Plaza de Cataluña.
Pese a que el presidente
Artur Mas no participó, la cadena contó con la presencia de la mayoría del Govern. 10 de los 12 consejeros se unieron a la Vía Catalana, entre ellos la vicepresidenta,
Joana Ortega. También participaron los expresidentes de la Generalitat
Jordi Pujol y
Pasqual Maragall. Entre las ausencias, el ex presidente
José Montilla, el líder del PSC,
Pere Navarro, el de UDC,
Josep Antoni Duran Lleida, y el coordinador de ICV,
Joan Herrera.
Al finalizar la cadena, la presidenta de la ANC,
Carme Forcadell, calificó la iniciativa de "éxito sin precedentes" y exigió a Mas que convoque en 2014 una consulta para no demorar más la independencia. Por su parte, el conseller de Presidencia y portavoz del Govern,
Francesc Homs, afirmó que el Gobierno no puede seguir "de brazos cruzados" ante esta "masiva" movilización.
Durante la mañana de ayer unas seis mil personas participaron en el acto institucional de la Diada, en el que se rindió homenaje al poeta Salvador Espríu. El acto contó con la presdencia del Govern, partidos y la delegada del Gobierno, Llanos de Luna, pero no asistieron la presidenta del PPC, Alicia Sánchez-Camacho, ni el líder de Ciutadans, Albert Rivera.
El PPC celebró su propio acto en la Plaza del Rey, donde
Alicia Sánchez-Camacho denunció la "tergiversación nacionalista" de la Guerra de Sucesión y culpó a Mas de distinguir entre "catalanes de primera y segunda". Sánchez-Camacho advirtió de que el PP no dejará que nadie "rompa Cataluña". Por su parte, el presidente de Ciutadans, Albert Rivera, denunció que la Diada esté "secuestrada" por el "separatismo" y dijo que su sueño es celebrar un 11 de septiembre "de todos".
Por su parte, el primer secretario del PSC,
Pere Navarro, hizo un llamamiento al diálogo entre la Generalitat y el Estado y al mismo tiempo pidió al Gobierno catalán que dé prioridad a la agenda social.
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