La inclusión de los niños y niñas con
discapacidad visual en un ámbito educativo "normalizado", según la ONCE, responde a "la tendencia
generalizada presente en la legislación vigente de crear un único sistema donde
se integren todos, prevaleciendo siempre el
derecho de cualquier alumno a recibir una atención educativa equitativa y de
calidad, y respetando las necesidades específicas de cada uno de ellos".
Para ello, los profesionales que componen los
Equipos Específicos de Atención educativa a personas con discapacidad visual de
la ONCE -fruto de convenios de colaboración entre la ONCE y las
Administraciones educativas-, "trabajan intensamente para planificar el conjunto
de intervenciones que van a llevar a cabo durante todo el curso escolar con el
fin de facilitar a estos alumnos, sus profesores, centros y familias los
recursos y la intervención que necesitan para su aprendizaje".
Este trabajo, aseguran, se
desarrolla en consonancia con las Administraciones públicas responsables de
Educación.
Formación de
calidad para el acceso al empleo
Un total de 7.609 alumnos con discapacidad
visual grave recibirán esta atención educativa en el nuevo curso, de los cuales
7.531 están escolarizados en educación integrada en centros ordinarios (99%) y 78
(1%) en el Centro Escolar de la Organización, que da cobertura a todo el territorio del Estado.
De entre todos estos alumnos, 822 (el 10,8%)
se preparan en la Universidad para obtener los conocimientos y aptitudes que
les cualifiquen para su posterior incorporación al mercado laboral.
En el caso de Castilla La Mancha la
distribución de los 317 alumnos por niveles educativos es: 86 escolares
corresponden a Educación Infantil; 66 son de Educación Primaria; 37 están ya en
la ESO; 10 cursan Bachillerato; 45, Formación Profesional; 24 son
universitarios; y 49 están inscritos en otro tipo de enseñanzas.
Libros en braille y equipos específicos para estudiantes ciegos
Para cada nuevo curso, los servicios de
producción bibliográfica de la ONCE facilitan a los niños y jóvenes ciegos los mismos
libros, pero transcritos al sistema braille. Muchos de ellos, cuentan con
adaptaciones tecnológicas e informáticas facilitadas por la ONCE para seguir el
curso: ordenadores que hablan; anotadores y calculadoras parlantes; impresoras
en braille; lectores de pantalla...
Los Equipos Específicos de Atención Educativa
al alumnado con discapacidad visual se encuentran repartidos por los diferentes
centros que la ONCE tiene por todo el Estado, de forma que se garantice la
cobertura de los estudiantes en todas las etapas educativas y en todos los
puntos geográficos. A su vez, estos Equipos dependen estructuralmente de alguno
de los cinco Centros de Recursos Educativos de la Organización, ubicados en
Alicante, Barcelona, Madrid, Pontevedra y Sevilla.
Los Equipos Específicos forman parte de los
recursos que la ONCE y las Administraciones Educativas de las Comunidades
Autónomas establecen en los convenios de colaboración para la atención
educativa a personas con ceguera o discapacidad visual grave. Están formados
por distintos profesionales, expertos en distintas áreas de intervención:
maestro, técnico de rehabilitación, psicólogo, pedagogo, trabajador social,
instructor en tecnología accesible (tiflotecnología), etc.
Para cada alumno y alumna con discapacidad
visual se elabora un Plan Individualizado de Atención, según sus necesidades, y
se le asigna un maestro o maestra itinerante encargado, entre otras funciones,
de asesorar al centro y al profesorado de aula, asesorar y orientar a las
familias y realizar un trabajo directo con el alumno.
Dicho trabajo directo abarca todos aquellos
aspectos que puedan favorecer y potenciar la plena inclusión educativa de la
persona: estimulación visual; autonomía personal, orientación y movilidad;
enseñanza de un sistema de lectoescritura (braille o tinta); aprendizaje del
uso de la tiflotecnología (tecnología adaptada); orientación académica y
profesional; ocio y tiempo libre; currículo escolar; adaptación de recursos
educativos; tecnologías de la información y la comunicación, etc.
Además, el maestro de apoyo itinerante
coordina y realiza el seguimiento de la intervención de otros profesionales con
el objetivo de conseguir la mayor autonomía del alumnado y de los profesores de
los centros, pero sin sustituirles en ningún caso.
Para conseguir la inclusión académica y
social el alumno debe aprender igual que los demás a relacionarse, a ser
autónomo, a utilizar técnicas para orientarse y desplazarse, a conocer y asumir
su patología visual, sus limitaciones, sus capacidades, etc., además de
aprender los contenidos establecidos en el currículo ordinario.
La atención va dirigida a todas las etapas
educativas, desde la atención temprana y educación infantil, a las enseñanzas
obligatorias -Primaria y Secundaria-, enseñanzas postobligatorias y estudios
universitarios, educación de personas adultas y atención a alumnos
escolarizados en centros de educación especial.