La intervención de Sánchez Butragueño fue la primera sesión
del ciclo "Encuentros con el Tajo: el río que queremos" que ha organizado la
Plataforma de Toledo en defensa del Tajo coincidiendo con la presentación de
las alegaciones al Plan de Cuenca, cuyo plazo termina en este mes de
septiembre.
El fotohistoriador
empezó afirmando que "idealizar el pasado es un error pueril" y que el
río no ha sido siempre limpio, transparente e idílico, como en algún momento se
ha podido pensar, sino que también ha tenido momentos difíciles e incluso
conflictivos.
Mostró imágenes muy antiguas, de 1854, 56, 58 alguna de
Alguacil, de Clifford, de Laurent, algunas
de las cuales mostraban un cauce con muy bajo nivel, o la demolición del
artificio de Juanelo en 1868.
Un segundo momento de su charla reflejó la realidad del río
como un modo de vida y una fuente de empleo y riqueza; y en ella exhibió fotos
de los oficios relacionados con el Tajo: pescadores, aguadores o azacanes,
lavanderas, e incluso algunas verdaderamente exóticas con vacas pastando en
alguna ribera del río. En este apartado destacaban algunas preciosas placas de
Pedro Román, fotógrafo y pintor.
Otro apartado estuvo referido al Tajo como espacio para el
ocio y el deporte, señalado por una muy antigua placa de Alfonso Vegue que
reflejaba un baño en el río ya en 1864, hasta la muy popular de bañistas junto
al Tajo en los años 60, antes de que el baño fuera prohibido por las
autoridades en 1972.
El último bloque se presenta bajo el epígrafe: 'Toledo y el Tajo:
el fin de una relación secular', y en el
mismo Sánchez Butragueño analiza, con imágenes, "el gravísimo problema de la contaminación
del rÍo, por los vertidos de la aglomeración urbana e industrial de Madrid, y
la grave desecación de los años 90, provocada en parte (aunque no sólo) por el
Trasvase Tajo-Segura", según ha informado la Biblioteca de Castilla-La Mancha.
Como balance y colofón de estos problemas Eduardo Sánchez Butragueño
afirmó contundente que ninguno de los políticos en el
poder en las sucesivas legislaturas "ha hecho nada por el Tajo en Toledo, nunca" y se mostró
convencido de que la situación del río no es en modo alguno irreversible y que
está convencido de que puede mejorar con el esfuerzo y la colaboración de los
ciudadanos.