En estos momentos la prioridad de Japón no es Tokio 2020, sino combatir la radiación. El Gobierno nipón gastará 40.000 millones de yenes (304 millones de euros) procedentes de fondos públicos reservados en solucionar las fugas de agua radiactiva de la accidentada central nuclear de Fukushima. La partida está enmarcada en un plan de medidas de emergencia para gestionar el enorme volumen de agua contaminada que se acumula en los sótanos de los reactores de la central y se vierte a diario al océano Pacífico, explicó a Kyodo una fuente del Gobierno.
La implicación del Ejecutivo en la crisis refleja la gravedad de la situación en la planta, que además
perjudica la imagen de la candidatura de Tokio para los Juegos Olímpicos de 2020, a los cuales aspiran también a organizar Madrid y Estambul. El primer ministro
Shinzo Abe en persona defenderá el sábado el proyecto olímpico en Buenos Aires, donde el Comité Olímpico Internacional (COI) elegirá la que será la sede del evento deportivo dentro de 7 años.
Por parte de la candidatura española, el
príncipe Felipe, heredero de la Corona, aseguró ya desde Buenos Aires estar "entusiasmado" por formar parte de la candidatura de Madrid para organizar los Juegos Olímpicos del 2020, así como del equipo "muy cohesionado, sólido y profesional" que ha trabajado en ella.
"No solo estoy ilusionado, estoy entusiasmado por formar parte de este proyecto y formar parte de un equipo muy cohesionado, sólido, profesional y con un entusiasmo inigualable", aseguró el heredero español a la organización del evento tras participar en los primeros ensayos en el Hotel Hilton de Buenos Aires.
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