Veinte años separan los dos 'Toledos' que Concepción
Martín plasma en su novela 'La hilandera
de Flandes': una misma ciudad descrita en dos momentos históricos muy poco
alejados en el tiempo pero marcados por una decisión irrevocable: la de los
Reyes Católicos de expulsar de España a todo aquel judío que se negase a
abrazar la fe católica.
En ese momento, en 1492, se inicia esta apasionante
historia. En ella asistimos a un momento crucial en el que muchos de ellos
deciden abandonar para siempre la ciudad, dejando en ella el legado de siglos y
los recuerdos imborrables de su paso por la capital imperial. Otros, por el
contrario, no se resisten a perder lo que tienen y renuncian (o dicen hacerlo)
a su fe. En el primer caso se encuentra Efraim quien, llevado por la codicia,
no duda en aliarse con los 'cristianos viejos' de la ciudad para seguir
enriqueciéndose y sobrevivir en ese mundo de intolerancia. En el segundo, el
que hasta entonces había sido su mejor amigo, Ivri. Por el camino pierde su
fortuna e incluso a su mujer aunque logra salvar a su hija. Pero deja en Toledo
un misterioso tesoro cuya identidad y ubicación se convertirá en eje de la
historia que nos propone esta escritora barcelonesa.
La protagonista de la misma es Katrina, una
habilidosa hilandera nieta de Ivri, que con tan solo quince años recibe el
encargo de su abuelo, realizado en su lecho de muerte, de volver a la tierra
que le vio nacer y recuperar y mantener el secreto que su familia ha escondido
durante siglos. De la mano de esta joven, que llega a compartir lecho con el
mismísimo Carlos I (cuando todavía era un imberbe inexperto en prácticamente
todo), recorreremos los balbuceantes inicios del rey más poderoso de todos los
tiempos desde su coronación en Bruselas hasta su llegada a la Península para
hacerse cargo del imperio español. Es sólo una parada más en su periplo hacia Toledo,
una huida hacia adelante en la que la joven va asumiendo cada vez un mayor
número de riesgos de ser descubierta en un país en el que ser judío equivale a
una tortura y muerte segura. Allí va a encontrarse de nuevo con los antiguos
hermanos que decidieron quedarse y será perseguida por alguien que lleva décadas tras el secreto que
escondía su abuelo.
La novela que nos ocupa es un ejemplo más de los
nuevos derroteros que está tomando el mundo editorial en los últimos años. De
hecho, su debut ante los lectores no se registró en versión papel, sino en
e-book, a través del sello digital de la Casa del Libro, Tagu. A la vista del
éxito obtenido dio el salto al libro tradicional este verano de la mano nada
más y nada menos que del Grupo Planeta, a través del sello Temas de Hoy.
Considerada en su conjunto, La Hilandera de Flandes posee muchos elementos que podrían
convertirla en un bestseller: su autora se ha decantado por el género histórico
aderezado por esta moda que dura ya demasiado de ahondar en supuestos misterios
religiosos capaces de poner en jaque a la cristiandad. No le faltan tampoco las
hechuras del thriller, con sus dosis de misterio y persecución permanente y una
pizquita de jugo amoroso.
A pesar de eso, leyendo este libro es fácil detectar
que si bien la historia que nos trae Marín es atractiva, la escritora carecer
de la madurez literaria suficiente para hacer de ella la trepidante historia
que podría haber sido y no fue, debido sobre todo a una falta de capacidad para
mantener la intriga en sus puntos más álgidos y de fallos imperdonables en el
plano sintáctico (para muestra este 'botón' de la página 336: "Tenían el testimonio de su esposa y de los
criados, quienes aunque al principio fueron reacios contra su amo, las amenazas
de continuar con el interrogatorio en la mazmorra los hizo hablar").
FICHA TÉCNICA
Fecha de publicación: 02/07/2013
448 páginas
Idioma: Español
ISBN: 978-84-9998-279-3
Código: 10017911
Formato: 15,5 x 23,5 cm.
Presentación: Rústica con solapas
Colección: TH Novela