Más de 600 personas han participado en la inauguración de la emblemática Bodega de Los Llanos, que tras un proceso de
rehabilitación se ha convertido en un espacio que conserva lo que es una bodega
valdepeñera previa al siglo XIX.
El acto fue presidido por el alcalde de
Valdepeñas, Jesús Martín que subrayó que "el pueblo que niega o borra su
memoria es un pueblo que no existe", por lo que durante estos últimos años se
ha cerrado el ciclo de la industria vinícola de la ciudad con la restauración
de la Bodega Los Llanos previa al siglo XIX, el Museo del Vino que se encuentra
ubicado en una bodega transición de los siglos XIX y XX, las Bodegas de Ronda
que muestran la industrialización del siglo XX y las Bodegas A7, que son de
titularidad municipal y son el testigo del proceso vinícola de los años 60.
"Hoy tenemos como se elaboraba el vino
ancestralmente del siglo XV al XIX, tenemos un testigo de cómo se elaboraba el
vino del XIX al XX y dos testigos del siglo XX, y con ello hemos salvado la
memoria de nuestra ciudad", manifestó durante su intervención el regidor
municipal, que añadió que "podríamos hablar de dinero, que sería una grosería, pero
lo cierto es que el pueblo que pone precio a su memoria está negando su futuro
y nosotros hemos querido de corazón hacer parte de lo que nos encargaron, que
no es hacer un Valdepeñas mejor sino no olvidar la Valdepeñas que nos dieron
nuestros padres", afirmó.
El primer edil, que anunció que durante el
próximo año se concluirá la recuperación de las cuevas de la bodega que son las
más grandes de la ciudad, quiso recordar que la rehabilitación de la Bodega de
Los Llanos ha sido posible a través de una subvención conseguida a través de la
Secretaría General de Turismo otorgando un crédito para la realización de las
obras con un interés del 0,5%.
La bodega
permanecerá abierta al público con motivo de la celebración del XIV Túnel del
Vino que se celebrará en el marco de las LX Fiestas del Vino a partir del
viernes 30 de agosto.
Bodega Histórica
La Fundación de Bodega Los Llanos se remonta al año 1875 cuando Miguel
Caravantes Maroto, miembro de una de las familias burguesas de Valdepeñas que
surgieron en el último tercio del S. XIX, las creó con la intención de producir
vinos de calidad con las características propias de la región y tuviera un
reconocimiento dentro del mercado de la época. Este objetivo pronto tuvo su
reconocimiento ya que en 1877 consigue una mención honorífica en la exposición
vinícola; en 1891 obtiene la Medalla de Oro del Certamen de Bruselas, así como
otras distinciones tanto en Europa como en Estados Unidos. En 1916 la bodega se
constituye en sociedad anónima, con un capital social de un millón de pesetas.
A partir de ahí comenzará el crecimiento y expansión comercial de sus vinos,
apoyándose en sus magníficas instalaciones.
La Bodega Los Llanos muestra las características
espaciales que caracterizan la tipología y funcionamiento de estos espacios
creados para el desarrollo de la industria vitivinícola. Como todas las que se
construyeron en el último tercio del S. XIX consta de patio, bodega de
superficie y cueva, aunque ya bien entrado el S. XX se construyeron nuevas
estructuras que albergaron la nueva planta embotelladora.
Se accedía al patio a través de un portón.
Este de forma rectangular mantenía una pavimentación de piedra cuarcita y
silicia, renovado totalmente a raíz de las obras de rehabilitación. Los
paramentos son de mampostería, rematados en tapiales y revestidos de barro y
encalados.
Desde el patio se accede al muelle de
descarga, jaraíz, chilanco, bodega de superficie y cuevas. El porche que da
acceso a la bodega está constituido por nueve columnas de madera con base de
piedra encalada. En la actualidad se ha acristalado para que pueda ser un área
cerrada multifuncional.
La bodega de superficie es una estructura
rectangular con techumbre a dos aguas y pavimentada con baldosas cuadradas de
barro rojo o baldosas de jaraíz. Se conservan sus 42 tinajas, con su empotro de
madera en la parte superior, y se ha restaurado e iluminado para embellecerla y
recrear el ambiente de la época.
La cueva original fue ampliada con la compra
sucesiva de las que se encontraban situadas en las inmediaciones de la calle
San Marcos y la calle Castellanos. Con ellas se construyó el actual entramado
de galerías excavadas en la roca caliza que compone el sustrato geológico. Su
acceso se hace a través de una larga escalera, excavada en la roca, y que
todavía conserva los listones con los que se bajaban las cubas o barricas.