Mientras los países árabes líderes en turismo vuelven a echarse a la
calle en multitudinarias manifestaciones, coincidentes con los meses estivales, muchos de los que eran sus potenciales turistas se preguntan ahora qué derechos tienen y qué hacer con sus viajes
contratados.
El caso más evidente es el de Egipto, el cual, el pasado año
estaba reflotando sus cifras turísticas después de la 'primavera árabe' y las
previsiones para este 2013 era inmejorables, pero vuelve a ver este verano una
de sus mayores fuentes de ingresos truncada al resurgir las revueltas con duros
enfrentamientos, en los que más de 600 personas han fallecido y se contabilizan
miles de heridos.
Rafael
Gallego, desde la
'Confederación Española de Agencias de Viajes', explica a Diariocrítico que
se lleva algo más de un mes sin vender viajes a este destino. Medida que ha sido
adoptada recientemente por los touroperadores franceses y alemanes, la diferencia se
debe, a que los turistas españoles buscan visitas culturales y se dirigen al centro
del país, donde se encuentra el epicentro del conflicto, al contrario que
turistas como los franceses y alemanes que viajan a las costas, en busca de sol y mar, donde el clima de tensión ha tardado más en llegar.
¿Pero qué hacer cuando ya se tiene el viaje contratado a
Egipto o cualquier otro país que entre en conflicto después de haber hecho la
reserva? Los contratantes tienen
el derecho, reconocido por la
'Ley General para la Defensa de los Consumidores
y Usuarios', de que todo el importe que hayan desembolsado les sea devuelto, ya
que se trata de un motivo de fuerza mayor, entendido por la ley como: "Aquellas
circunstancias ajenas a quien las invoca, anormales e imprevisibles cuyas
consecuencias no habrían podido evitarse".
El presidente de la
'Federación de Consumidores Independientes',
Gustavo Samayoa, recomienda en estos casos que los pasos a seguir sean:
1-Mandar un escrito a la agencia invocando el derecho al
desistimiento del contrato por causas ajenas a la voluntad y de fuerza mayor,
recogido en la ley.
2- Si la agencia no
lo considera como causa de fuerza mayor y el usuario si lo cree así, éste
deberá presentar una demanda y que sea un juez quien estime si se trata, o no, de causa de
fuerza mayor.
3- Si todo va bien y la agencia cumple con su parte, tendrá
que reembolsar la cuantía completa que el viajero hubiera abonado hasta la
fecha.También existe la opción por la cual puede ofrecer, siempre que el
cliente acepte, sustituir el viaje por otro de igual valor.
Si cuando el
conflicto comienza el viajero ya está en su punto de destino, la agencia tendrá
la obligación, según recoge la misma 'Ley de Defensa de los Consumidores y Usuarios',
de facilitar sin coste alguno el transporte para regresar al lugar de origen, incluso, devolviendo al usuario el importe
que hubiera pagado y que no pueda disfrutar.
La ley lo dice claro y la 'Federación de Consumidores Independientes'
nos alienta a luchar por nuestros derechos, pero ¿se respeta siempre? En el caso de Egipto el asunto es evidente, cuando hasta el
gobierno español ha recomendado no viajar. Sin embargo, qué pasa en casos menos claros como
puede ser el de Túnez, donde hay tensión, pero no un conflicto declarado. Ahí
entra la interpretación de dicha ley, y es que
el significado de lo que es fuerza mayor varía según los intereses de cada
uno, lo que para un turista puede ser una mala situación, para la agencia no
debido a intereses económicos.
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