El alcalde de Río de Janeiro, Eduardo Paes, ha ofrecido al
realizador estadounidense Woody Allen un cheque en blanco para que ruede su próxima
película en la ciudad brasileña. Paes no parece preocupado por las fuertes
protestas en contra de los Juegos Olímpicos y el Mundial de Fútbol y ha dicho
en el diario 'O Globo' que está dispuesto a financiar el 100% de la producción
con la única condición de que el director de 'Manhattan' ruede la película en
territorio carioca.
No parece que vaya a ser una pega para un
Allen que en la última década ha salido de su querido Manhattan para rodar en ciudades europeas como Londres, París, Barcelona o Roma. Claro que quitando su evocadora visión del París transitado por la Generación Perdida en '
Midnight in Paris' muchos han visto en estas películas simples postales turísticas.
Ese no parece que sea el caso de 'Blue Jasmine', la última película del creador de 'Annie Hall', que ha sido recibida con un aplauso unánime por la crítica de EEUU, normalmente la menos complaciente con el realizador. Para el 'New York Times' se trata del "más sólido trabajo de Allen en los últimos años". Claro que también puede ser que les haya gustado que el director haya vuelto a casa. Una vuelta que puede ser efímera si Allen decide tomar la palabra al alcalde de Río y rodar su próxima película en Brasil.
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