miércoles 14 de agosto de 2013, 16:15h
En esta ocasión no conocemos con detalle las
declaraciones de Álvarez Cascos, Arenas y María Dolores de Cospedal. De
los tres testigos, la declaración de la actual secretaria general del PP
era la que menos expectación había levantado. Se sabía de antemano que
Cospedal iba a negar todo lo expuesto por Bárcenas a quien, por cierto,
se la tiene jurada. Era impensable que Cospedal brindara alguna
sorpresa, aunque sí ha dejado claro que fue Javier Arenas quien se
encargó de todo lo relativo a la no marcha de Bárcenas del PP, que ella
nunca habló de dinero con él y que lo que ha cobrado se corresponde con
su responsabilidad en el partido y además todo declarado a Hacienda.
Arenas y Cascos -"he tenido que hacer mucha memoria", dijo este
último han contado al juez, de acuerdo con lo que sabemos, hechos muy
parecidos: han asumido que en su condición de secretarios generales no
llevaban control sobre las cuentas porque eso es tarea del tesorero, que
pudo haber desorden o falta de control pero que en ningún caso cobraron
en negro. Arenas sí se ha desdicho de un desmentido anterior. Dijo que
nunca había comido en el restaurante Oriza de Sevilla con Bárcenas y a
Ruz le dijo que sí, que había sido una comida amistosa.
Sería interesante, muy interesante, saber los términos en los que
el juez Ruz ha interrogado a los testigos y mucho más conocer las
conclusiones a las que ha llegado después de seis horas hablando de
supuestos sobresueldos, donaciones a cambio de supuestos contratos,
etc... Sería muy interesante saber si después de los testimonios de
Arenas, Cascos y Cospedal, el juez da por concluido este capítulo que
afecta directamente al PP y no al origen del dinero de Bárcenas o, por
el contrario, considera que no, que hay que seguir investigando.
Aparentemente, tanto Cascos como Arenas han estado y están
tranquilos pero la impresión más compartida, incluso por gentes del PP,
es que "esto no ha acabado aquí", que puede haber más peticiones de
testigos y que "así podemos llegar a octubre, que sería demasiado". Y es
verdad que los procesos se hacen eternos, que debería hacerse lo
posible por acortar plazos, que debería haber una cierta disciplina en
las acusaciones populares y en los abogados personados para evitar
dilaciones que resultan ser irrelevantes para el asunto de fondo. Pero
esa disciplina no existe y de ahí, que en el PP nadie se atreva a
afirmar que la historia ha acabado con estas tres testificales.
Dicho esto, lo relevante de verdad son las conclusiones del juez
Ruz, pero no puedo por menos que preguntarme qué pensara Bárcenas de las
declaraciones de Cascos y Arenas. De las de Cospedal no hay duda porque
diga lo que diga es su adversaria número uno. Pero ¿qué pensará
Bárcenas de lo dicho por Arenas y Cascos?. No es que la palabra de
Bárcenas me merezca el menor crédito; al contrario. Todo lo que diga
debe probarlo porque es él el que acusa pero, como hasta ahora ha dicho
mucho y solo un poquito ha resultado cierto, la curiosidad estriba en
saber si lo ya conocido es toda su batalla o guarda capítulos para
cuando acabe la canícula. A día de hoy nada se puede descartar.