Formación dual juvenil, otro despropósito tardío, de España
lunes 12 de agosto de 2013, 10:48h
En noviembre de 2012 se publicó el Real Decreto, en el que
se establecen las bases de la formación dual en España. Es un cambio profundo
en la formación profesional, para conectarla con el mundo empresarial. En
España hay unos dos millones de jóvenes que no trabajan ni estudian y la
Formación Dual que incluirá a chicos y chicas de hasta 30 años mientras dure la
crisis, podía ser una herramienta para revertir esa tendencia.
La formación dual
se formalizará con un convenio con la empresa a través de un programa de becas
de entre 250 y 500 euros. Según la secretaria de Estado Engracia Hidalgo, el
principal objetivo es que el 57 por ciento de los jóvenes cursen estas
enseñanzas. "Hasta aquí la evolución ha sido esperanzadora", ha dicho, desde que entró en vigor en febrero
hasta ahora se han firmado 37.310 contratos, los alumnos recibirán en las
empresas al menos un 33 por ciento de las horas lectivas, dependiendo del ciclo
formativo, el contrato que se suscribe tiene una duración mínima de un año y
máxima de tres cuenta con la máxima protección social, incluida la de desempleo,
para las empresas de hasta 250 trabajadores, se bonifica el 100 % de la
Seguridad Social; para las que tienen más empleados la bonificación es del 75 %,
si el alumno es discapacitado, la duración máxima del contrato será de hasta 4
años y el 25 % del tiempo de prácticas lo podrá dedicar a rehabilitación, si al
cabo de tres años el contrato sigue en vigor, se transformará en indefinido y
por cada uno de los años que ha durado habrá una bonificación de 1.500 euros,
1.800 si es mujer. Alemania y Austria apoyan sus bondades, pero, siempre hay un
pero, según Dolors Álvarez en la Vanguardia, tropieza con la escasa dimensión
de las empresas. Solo unas 200 empresas en Catalunya.
Hoy por hoy,
la mayoría de las empresas en Catalunya, no se sienten capacitadas para
introducir el modelo, que combina los estudios con prácticas remuneradas, según
ha podido constatar el Consell Superior de Cambres de Catalunya. Uno de los
principales problemas, según apuntan los expertos, es la escasa dimensión de la
mayor parte de las empresas. Y es que en España un 99,8% son pymes. Es más, el
95% son microempresas (de 0 a 9 trabajadores). Para obtener unos resultados tan
favorables como en Alemania, se precisa masa crítica, es decir, que miles de
empresas -no sólo las grandes- estén dispuestas a asumir el esfuerzo. "Los
empresarios tienen que comprar la idea. También ocurrió en Alemania, donde el
primer escollo que hubo que superar fue la mentalización empresarial",
dice Miquel Valls, presidente de la Cambra de Barcelona. "Deben
convencerse de que se trata de una inversión, no de un coste", añade,
Las cámaras
catalanas ya han empezado a hacer sus cálculos. Para alcanzar los objetivos
fijados por el Gobierno sería preciso que sólo en Catalunya se implicaran
20.000 empresas. Pero en estos momentos únicamente 166 empresas y 44
instituciones ofrecen formación dual en Catalunya. Buena parte de ellas son
multinacionales, y dominan las de capital alemán. El número de estudiantes
también revela que queda mucho camino por recorrer. De los 100.000 alumnos que
este año han cursado FP, sólo 600 se han estrenado en el modelo dual. El
próximo curso 2013-2014 serán unos 1.800, el triple, aunque una cifra todavía
ínfima.
Si eso ocurre en
Catalunya ¿Qué será en el resto de España?. Como siempre el parto de los
montes. Me parece que la secretaria de Estado Engracia Hidalgo se ha columpiado,
empezando la casa por el tejado.
Además el
problema de fondo, es que la tendencia educativa de los jóvenes en España, es
universitaria, y la formación profesional se ha considerado siempre de poca
importancia social. Evidentemente la vocación hacia la FP debía haber sido,
cuando se elige entre bachillerato y FP y pretender, que ahora por el paro juvenil
tan elevado que supera al 50%, normalmente con formación universitaria, los
jóvenes pasen a empleos de segunda fila, de tipo mecánico, olvidándose del
cuello blanco, es condenarlos a una depresión permanente, por no alcanzar los
objetivos vitales que se fijaron en su adolescencia. ¿Quieren Vds. mayor
despropósito que el crecimiento exponencial de la educación universitaria, en tiempos socialistas?,
abogados si pero conduciendo un tranvía
o autobús.
. "Hay que
planteárselo como una inversión", dice Miquel Martí, presidente de Femcat,
que opina que "más que una cuestión de dimensión se trata de un problema
de cultura empresarial". Para Martí, la formación dual está perfectamente
al alcance de empresas de 100 o 150 trabajadores, que podrían asumir uno o dos
aprendices, siempre que los programas se modulen bien y se consensuen entre la
Administración, las escuelas de formación y las empresas. Antoni Cañete,
secretario general de Pimec, admite que "la formación dual es un término
acuñado en Alemania, donde la dimensión de la empresa es diferente". Y por
ese motivo sostiene que no sólo las cámaras deben ser protagonistas en su
implantación. "Las organizaciones patronales, en particular las
sectoriales, son las que pueden hacer llegar la formación a las empresas más
pequeñas", dice antes de señalar como referentes la escuela de panaderos
de Sabadell o la Fundación Algueró para las Artes Gráficas. Los datos del paro
juvenil, que en España supera del 50% frente al 7% de Alemania, corroboran la
necesidad de cambiar el sistema educativo. Miquel Valls se remite también a un
estudio sobre inserción laboral realizado por el Departament d'Ensenyament y el
Consell de Cambres. Pese a la crisis, los jóvenes que han cursado estudios de
grado medio tienen un paro del 15% y los que tienen titulaciones superiores,
del 16%. Muy lejos, en cualquier caso, de ese 50% que afecta al conjunto de los
jóvenes de entre 16 y 24 años. "Por eso es tan importante conseguir que un
número importante de empresas se decidan a aplicar la formación dual y reciban
el apoyo necesario para ello", destaca Valls. Asegura que no es partidario
de subvenciones, "pero sí de incentivos fiscales".
La opinión de
las cámaras, a las que se intenta salvar con programas como este, es que el
primer colectivo al que hay que convencer son las 22.000 empresas que en el
2012 ya acogieron a alumnos en prácticas tradicionales, generalmente no
remuneradas.
A ello deberían destinarse los 6.000 millones de euros
previstos por la Comisión Europea, para luchar contra el paro juvenil, durante el periodo 2014-2020.
La mayor parte
de los jóvenes alemanes, un 60 por ciento, cursa al término de su etapa escolar
una de las 350 carreras que están homologadas dentro de la formación
profesional. !Vamos como en España! Tres o cuatro días a la semana, el alumno
va a una empresa donde adquiere el conocimiento práctico, mientras que la parte teórica corre a cargo de la escuela
a la que asiste el resto de los días de la semana. La empresa paga a los
aprendices y el Estado a las escuelas
profesionales. Actualmente participan en la enseñanza dual unas 482.000
empresas, aquí 22.000, de los que un 80 por ciento son pequeñas, medianas o
microempresas. Eso hace que el paro entre los jóvenes sea muy bajo. Dentro del
grupo de 15 a 19 años es del 2,3 por ciento. Pero España no es Alemania, y como
de costumbre, despilfarraremos recursos, en vez de buscar soluciones
pragmáticas, como es empezar por el principio, es decir a los 14 años.
Presidente de clubs y fundaciones liberales. Miembro asociado de Alianza Liberal Europea (ALDE). Premio 1812 (2008). Premio Ciudadano Europeo 2013. Medalla al Mérito Cultural 2015. Psicólogo social. Embajador de Tabarnia. Presidente del partido político constitucionalista Despierta.
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