No existe la moviola del tiempo
viernes 09 de agosto de 2013, 16:13h
Los españoles tenemos tan interiorizada y
asumida la idea de que hasta que no pasa algo terrible no se ponen los
medios para evitarlo, que esa sola circunstancia, la de convivir con
semejante disparate, la de adaptarnos a él, merma o debiera mermar
nuestra autoestima.
Al rebufo de la macro estafa institucional perpetrada contra el
pueblo español por las Cajas nacionalizadas, el Gobierno, cooperador de
ella, se sacó de la manga una ordenanza, o un decreto, o una ley, para
que eso, el robo a dos manos de los ahorros y los patrimonios de la
ciudadanía mediante la sirla de las Preferentes y Subordinadas, "no
vuelva a ocurrir", es decir, que se pretendió dar carpetazo al asunto,
apalancándose lo sustraído, con el artificio de una medida sin
retroactividad alguna y, en consecuencia, enteramente inútil para
arreglar el estropicio. Pero mucho más sangrante aún, pues ha costado la
vida de 79 seres humanos, es que se pretenda aplicar esa componenda a
la seguridad ferroviaria, que no existía en el tramo Orense-Santiago y
vaya usted a saber en cuántos tramos más.
Sin dudar de las buenas intenciones de la ministra Ana Pastor,
embarcada en la búsqueda de soluciones para lo que ya no tiene remedio,
pues el tiempo carece de moviola y no puede regresarse a la vida a las
víctimas de la tragedia de A Grandeira, cabe recordarle que antes del
accidente ya era, y desde hace más de año y medio, ministra de Fomento,
es decir, responsable de la red ferroviaria bajo el control del Estado.
Ana Pastor, que no es, ni mucho menos, el miembro más incompetente
del incompetente Gobierno de Rajoy, ha trazado un plan ambicioso para
que sucesos como el del Alvia "no vuelvan a suceder", pero ¿no habría
sido infinitamente mejor que en la España del Siglo XXI, casi doscientos
años después de implantados en ella los caminos de hierro, hubiera
tenido esa curva de A Grandeira algún dispositivo de seguridad, de
detención automática del convoy, para el caso de un desvanecimiento o
distracción del maquinista?
Por la incuria del Estado y la desidia de quienes lo controlan
deben comulgar los españoles con una rueda de molino particularmente
demencial: con la idea de que no va a pasar lo que ya ha pasado.