Mamá, no quiero ser político
jueves 08 de agosto de 2013, 14:04h
Hace años, un profesor le
dijo a uno de sus pequeños alumnos que no descartara acabar siendo sacerdote. Y
el chaval respondió: "¡antes que cura, notario!". Ignoro que monstruosidad veía
él en la profesión de notario que le alarmara tanto o que le pareciera
comparable a la de sacerdote. Tal vez era un visionario, porque como ahora a Gallardón se le ha ocurrido que los
notarios puedan descasar a las parejas que lo deseen... Cuando le preguntas a un
niño que quiere ser cuando sea mayor, la mayoría responde que no lo sabe. Y así
entran muchos en la Universidad sin saber qué quieren hacer con su vida. Y por
eso, tras un primer fracaso en una ingeniería, alguno se pasa a la Filosofía o
el Derecho y acaba en Informática... si acaba, claro.
¿Hay menos vocación o más
marketing? Una reciente encuesta de Adecco, señala que el 36 por ciento de los
niños varones (frente a un 29,8 de 2012) quieren ser deportistas, sobre todo
futbolistas. No es de extrañar. No sólo son los más populares sino, sobre todo,
los que más ganan. Es cierto que también muchos de ellos son personas honestas,
luchadoras, competitivas, modestas y solidarias. Pero también los hay tramposos
y soberbios.
La encuesta no aclara los motivos, pero apunta que han descendido
del 23,6 al 13 por ciento los que quieren tener una profesión relacionada con
las ciencias. También es razonable porque los científicos españoles no es que
no tengan futuro, se están quedando sin presente, por causa de los recortes
permanentes en una actividad que marca si un país quiere ser de primera
división o hay que descenderlo por quiebra.
Pero quizás lo más
llamativo es que detrás de los deportistas y de los científicos, se sitúan los
policías (5,6), los ingenieros ((5,3), los médicos (4,9) y los políticos (4,4).
Esto tiene dos lecturas: sólo cuatro de cada cien niños quieren dedicarse a la
política, lo que no es de extrañar visto cómo está la política.
Pero, ¡todavía
hay cuatro de cada cien niños que quieren ser políticos a pesar del
desprestigio en que la están dejando los detentadores de la cosa pública! Me
ahorro comentarios que a todos se nos ocurre sobre los motivos ocultos, o no,
de estos niños que aspiran a ser políticos. Y añado otro dato tal vez más
importante. Por detrás de los que quieren ser políticos están los que quieren
ser profesores... Menos mal que un 23 por ciento de las niñas quieren dedicarse a
la enseñanza, después a la veterinaria y luego, a la medicina, a la peluquería y
a la policía. Y todavía hay menos mujeres que piensen en la política como la
dedicación de su vida. Las mujeres casi siempre van por delante de los hombres.
Ellos y ellas creen que la
solución a la crisis pasa por cambiar a todos los políticos que hay ahora en
España (de todos los partidos), bajarles el sueldo, quitarles las dietas y
suprimir los coches oficiales. Los niños piensan como muchos mayores. Tal vez
si se fueran todos los que están no pasaría nada. O sí. Sería bueno que los políticos aprovechen el verano para
reflexionar sobre la esencia de su trabajo. O cambian o les cambian.
francisco.muro@planalfa.es