Santander gana el 29% más frente al mismo periodo del año anterior.
Javier Marín, nueva mano derecha de Botín: "la Unión Bancaria es sanísima y queremos jugar bajo las mismas reglas que los bancos europeos"
martes 30 de julio de 2013, 15:43h
Javier Marín
ha tenido esta martes su puesta de largo ante los medios de comunicación presentando los resultados. Su mensaje ha sido muy claro: "el Santander está cómodo con su nivel de
solvencia y liquidez, no ampliará capital y se verá beneficiado por los
test de estrés que Europa realizará a sus bancos el próximo año". Además ha pedido jugar bajo las mismas reglas de juego "fundamentalmente comparado con
nuestros competidores en Europa y que
no nos veamos penalizados en España por tener un supervisor que es más
conservador que los demás", ha zanjado.
Los datos que ha transmitido en rueda de prensa el recién estrenado Consejero Delegado, hoy hace 90 días que ocupa su cargo, han sido muy positivos. El Santander ha
obtenido en los primeros seis meses del año un beneficio atribuido de
2.255 millones, lo que supone un incremento del 28,9% frente al mismo
periodo del año anterior. El resultado
se ha quedado ligeramente por debajo de las previsiones de los
analistas, que apuntaban a unas ganancias de 2.300 millones.
La debilidad de España y la evolución de los tipos de interés provoca
que el margen de interés, que recoge los ingresos de la actividad
bancaria más pura de captar dinero y prestarlo, siga a la baja en la
comparativa interanual. Suma 13.374 millones, con un descenso del 13%.
No obstante, en el segundo trimestre estanco, este indicador muestra una
recuperación frente a los tres meses anteriores, una tendencia que,
según el banco, se afianzará en los próximos trimestres.
Marín ha
recordado que al cierre del primer semestre, la ratio de core capital
medida bajo los criterios de Basilea II ha alcanzado el 11,11% y, sobre
todo, ha insistido en que con la aplicación inicial de Basilea III, tal y
como está planteada actualmente, esta ratio de mantendría por encima
del 11%. En el caso de aplicar el nuevo tratado fully-loaded, es decir,
con todos los requerimientos y deducciones que paulatinamente se deberán
aplicar en los próximos cinco años, la ratio estaría igualmente por
encima del 9%, que es el mínimo requerido.
El número dos del banco ha hecho hincapié en que Santander superó el año
pasado un test de estrés muy duro, cuando Oliver Wyman analizó la
situación de la banca española de cara a la petición de rescate a
Europa. Ha insistido en que el banco salió airoso de aquella prueba y,
desde entonces, ha reforzado tanto su capital como su liquidez. Por eso,
según Marín, el grupo tendrá "unos resultados excelentes" en los test
de estrés que Europa realizará a sus bancos en el segundo semestre de
2014 y saldrán a luz las ventajas competitivas que tiene frente a otros
grandes. Entre ellas, el consejero ha citado el menor coste de capital
por riesgo sistémico, debido a su modelo de negocio de bajo riesgo.
Con todo, Marín también se ha hecho eco de la petición de otros
banqueros españoles sobre la posibilidad de que Basilea III deje
computar como capital los activos fiscales diferidos, los llamados DTA,
para que haya un tratamiento homogéneo en Europa. Eso sí, ha asegurado
que no hay ninguna negociación en este sentido.
Una vez más, la atención del mercado se centrará en la evolución del
negocio en España. Se esperaba que Marín hubiera dado alguna indicación sobre el
coste que tendrá para el banco la aplicación de la nueva normativa sobre
refinanciaciones, que entrará en vigor desde septiembre, pero no ha sido así, ha remitido a los resultados positvos presentados y a su discurso tranquilizador.
Los otros focos de atención están en Brasil, la joya de la corona del
grupo, cuya economía ha empezado a dar señales de ralentización frente al
boom de crecimiento de años anteriores, lo que se ha reflejado en un
incremento de la morosidad bancaria. También hay expectación por las
cuentas de Reino Unido que, en los últimos trimestres, se han visto
afectadas, entre otras cuestiones, por los cambios regulatorios en el
país.
También dejó claro que la entidad no tiene planes ni a corto
ni a medio plazo para sacar a bolsa su filial británica, como se daba
casi por hecho hasta que se recrudeció la crisis, y explicó que lo harán
cuando sea el momento oportuno en los mercados.
Su antecesor, Alfredo Sáenz
Marín alabó la "sensacional" labor al frente del banco de su
antecesor en el cargo, Alfredo Sáenz, que dimitió el pasado mes de
abril, y le agradeció sus consejos "profesionales y personales".
Su cargo, lo ha dejado muy claro, fue aceptado por el Consejo por unanimidad.
Reforma bancaria
A la espera de resolver la subasta de las dos nacionalizadas, Marín cree que la reestructuración del sistema financiero en España está "casi concluida", y ha subrayado que a lo largo de la crisis el Santander "no ha recibido ni un euro de ayuda de nadie".
Así,
ha manifestado que "el soporte" a la banca que no estaba sana, "las
derramas extraordinarias y los apoyos al sistema" han costado 4.000
millones de euros a la entidad y ha resaltado que el banco no está de
acuerdo con que las derramas que se hacen al Fondo de Garantía de Depósitos
(FGD) sirvan para otra cosa que no sea "el fin principal" del fondo y
"se apliquen a malas prácticas de venta" de sus competidores, en
referencia al mecanismo para dar liquidez a las preferentes de las
entidades nacionalizadas que no cotizan.
Sin embargo, ha explicado
que, pese a las malas cuentas registradas por el Fondo de
Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) en 2012, no habrá
"contaminación" en los resultados del banco, y ha recordado que el FROB
dispone de 10.000 millones de euros para eventuales necesidades de
recapitalización del sector.
A ello ha sumado la capacidad que en
estos momentos tiene el Gobierno de acceder a los mercados, dado que la
situación es "flexible y ágil", como queda demostrado en las sucesivas
subastas del Tesoro.
Por todo ello, cree que el Memorandum de
Entendimiento (MoU) no es "ampliable". "En estos momentos, donde el FROB
dispone de más de 10.000 millones para concluir la reestructuración del
sistema financiero y el Gobierno tiene capacidad de emisión, me parece
que no es necesario", ha añadido.
Unión Bancaria
En
otro orden de cosas, Marín ha dicho que considera "sanísima y
buenísima" la Unión Bancaria para los bancos españoles, para toda la
banca europea y para el sector en general, al tiempo que ha reclamado
"las mismas reglas del juego" para las entidades españolas que para su
competidoras europeas.
"Pedimos las mismas reglas de juego
fundamentalmente comparado con nuestros competidores en Europa. Lo que
queremos con la entrada del supervisor único es tener las mismas reglas
del juego para todos y que no nos veamos penalizados en España por tener
un supervisor que es más conservador que los demás", ha zanjado.
Negocio fuera de nuestras fronteras
En cuanto a la posibilidad de hacer adquisiciones fuera de
España, Marín ha explicado que depende de en qué país surja la
oportunidad y ha añadido que tienen "suficiente capital y liquidez" para
seguir haciendo compras como la del Crédit Bank en Polonia o la
división hipotecaria de ING en México.
Según ha explicado Marín, en España "lo que queremos es
captar clientes", al mismo tiempo que ha considerado que el crédito, que
se ha reducido el 2 % hasta junio, no empezará a crecer hasta que no lo
haga la economía, para lo que se aventuró a poner el horizonte de 2014.
Según Marín, es muy importante avanzar en la unión bancaria
europea, que calificó de importantísima y sin la que en su opinión no
hay unión europea.
También consideró que no es necesario que España firme con
Europa un nuevo Memorandum de Entendimiento o MOU de ayuda a la banca
cuando finalice el que está en vigor.
El negocio del ladrillo
En cuanto al negocio inmobiliario, el área específica creada
por el banco para la venta de estos activos registró unas pérdidas de
337 millones de euros entre enero y junio de 2013, explicó Marín, que
añadió que espera deshacerse de esos activos lo antes posible y que para
2015 sean una actividad residual en el Grupo.
La entidad registró a cierre de junio una ratio de morosidad
global del 4,92 %, afectada por España, donde creció en 0,64 puntos y
alcanzó el 4,76 %.
Sin embargo, según explica la entidad, el cambio en los
criterios sobre las refinanciaciones del crédito situaría la tasa de
mora de España en el 5,75 % y la del Grupo, en el 5,18 %.
En cifras absolutas, el impacto de la citada reclasificación
estaría en torno a los 2.000 millones de euros que han pasado de estar
catalogados como subestándar a mora técnica, un cambio que, aclaró, no
influye en las dotaciones, ya que estaban contempladas.