Por tanto, las diferencias de gasto por persona entre los castellano-manchegos y los españoles han aumentado: si en el año 2011 el gasto medio fue un 13,1 por ciento menor que el de los españoles, en el año 2012 ha sido de un 16,5 por ciento menos (3,4 puntos porcentuales menos).
Si se compara con las personas que viven en Comunidades Autónomas con mayor capacidad de gasto, estas diferencias son aún mayores. En 2011 un castellano-manchego gastaba de media un 27,8 por ciento menos que un madrileño y un 29,7 por ciento menos que un vasco, en 2012 el gasto medio por persona fue un 32,5 por ciento menor que el de madrileños y vascos.
Para UATAE Castilla-La Mancha, según su presidente Pedro García "el desempleo, la inseguridad económica y la falta de financiación para familias y pequeñas empresas son la causa de este empobrecimiento colectivo, y de este miedo a consumir, que solo puede combatirse con políticas de estímulo de la demanda, con financiación y con apoyo a los autónomos para que puedan aguantar estos difíciles momentos".