Historias Ejemplares
Del Madrid de la guerra... Al éxito del esfuerzo
martes 23 de julio de 2013, 13:33h
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Ángel Expósito
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Ángel Expósito Sacristán
Carlos
nació el 8 de junio de 1932. El padre, zapatero, republicano; la madre murió
pocos años después. Carlos vivió en el Madrid de la posguerra junto a su
hermano Ángel. Completamente solos. Gracias a la acogida escolar de los
Salesianos de Estrecho, comiendo lo que conseguían -vete a saber cómo- y con su
padre en la cárcel, por republicano.
Los hermanos Expósito Sacristán
destacaron jugando al fútbol. Y sobreviviendo. Se fabricaban el calzado con
cualquier suela de la basura, atada con cuerdas al pie y a la espinilla, hasta
que la pita se desgastaba... y vuelta a empezar. Hasta fue boxeador aficionado.
En cuanto pudo, trabajó en un bar del
barrio a cambio de la comida. Aún cuenta la paliza que se llevó porque se comió
un bollo de más. De una barra a otra, y a otra más, hasta que en plena mili, atendiendo la terraza de un bar de
Cercedilla, conoció a la sobrina del dueño. Y se casaron. Y tuvieron tres hijos:
Uno llegó a ser arquitecto de éxito y vanguardia; el mediano -yo- me hice
periodista y la pequeña viajó por el mundo en un avión de Iberia.
Pero vuelvo al personaje. Durante
treinta años trabajó a destajo en una importante cadena de cafeterías de Madrid.
Hasta que se hartó. Descansaba los jueves, trabajó todos los fines de semana de
nuestra infancia y de nuestra adolescencia. Poco a poco iba agotándose, sin
saber que algún día, su sistema cardiovascular 'petaría'...
Pero, lo dicho, llegó el día en que se
hartó. Y emprendió la aventura de hacerse empresario, a los cincuenta y tantos.
Con parte de dinero prestado, con un sacrificio mayor aún que de niño y con
toda la familia 'currando' de lo lindo nació la cafetería Yolanda.
Y
en pocos años...triunfó. Y ganó dinero. E invirtió. Y siguió trabajando casi
como en aquel bar donde con diez años le dieron una paliza por comerse un
bollo.
Pero la vida le deparó un palo más. Y
cuando varios años después, no muchos, volvió a hartarse y decidió colgar la
chaquetilla blanca... para vivir de una puñetera vez... ¡Zas! A los dos meses
de traspasar el negocio del éxito, un accidente cerebrovascular casi le anula
por completo.
Pero ni un derrame cerebral puede
acabar, así como así, con un niño de la posguerra de Cuatro Caminos. Y metro a
metro, minuto a minuto de gimnasio, pastilla a pastilla, recuperó movilidad y
aguantó. Y lo que le queda.
El triunfo a base de esfuerzo
Al terminar este texto, aquella chavala
de Cercedilla ni puede leer y ni siquiera se recuerda a sí misma. Pero junto a
un tal Alzheimer, llama y reclama a aquel chaval, que desde la miseria del
Madrid de la posguerra sobrepasó el éxito y triunfó a base de esfuerzo.
Y gracias a aquel espíritu del
emprendedor tardío, hoy, el hijo arquitecto edifica bajo criterios
bioclimáticos, el periodista llegó a dirigir ABC y la pequeña sigue con la
maleta de azafata siempre preparada.
[Carlos
Expósito Sacristán levantó la Cafetería Yolanda, que pueden encontrar en la
siguiente página web: http://www.cafeteriayolanda.es/]
[*] Ángel Expósito Mora es periodista y
dirigió la agencia Europa Press y el
diario ABC